El INE y las batallas que siguen

A mis conciudadanos:

"No hay régimen, incluso el más autoritario, que no quiera hacerse llamar democrático" Norberto Bobbio 

Tan pronto como este 5 de febrero, cuando se abra el período ordinario de sesiones del Congreso, regresaremos al acalorado debate sobre el famoso Plan B de la Reforma Electoral (RE-B) propuesta desde Palacio Nacional.

Solo como apunte de memoria, les comento que el Senado no convalidó los cambios aprobados en la Cámara de Diputados sobre las leyes que conforman el Plan B, a saber: General de Instituciones y Procedimientos Electorales, General de Partidos Políticos, de Medios de Impugnación y Orgánica del Poder Judicial de la Federación; esta última se relaciona con las atribuciones del Tribunal Federal Electoral.

Cabe recordar que las encuestas levantadas sobre la Reforma Electoral indicaban que la población estaba de acuerdo… Solo que nadie explicó a los encuestados los alcances de la Reforma; todo se centró en el muy manoseado discurso de la austeridad y el excesivo costo de nuestro sistema electoral. El gobierno, desde luego, nunca hizo públicos los enormes riesgos de abaratarlo, a lo cual ya me he referido en este espacio.

 

El rechazo en el Senado se debió a que MORENA no logró los votos favorables necesarios, acaso porque además de regresivas, las leyes que conforman la RE-B violan la Constitución en varias de sus proposiciones.

¿Qué sigue? ¿A qué poner atención?

Primera alerta: Suponiendo que la 4T ahora sí tuviera manera de retorcer el brazo a varios senadores y finalmente se aprobara la RE-B, no todo estaría dicho. Habría una alta probabilidad de que los partidos de oposición y/o alguna ONG promovieran una controversia constitucional o una acción de inconstitucionalidad en contra de la RE-B.

Con los límites impuestos al Tribunal Electoral -también inconstitucionales-, éste no podría procesar las impugnaciones y se vería obligado a declararlas como improcedentes. Por ende, la controversia y/o acción de inconstitucionalidad se dirimiría en la Suprema Corte de la Nación.

Como nota al calce, llamo su atención sobre la importancia de la permanencia de Yasmín Esquivel en el máximo tribunal del país. López Obrador la necesita, junto con los otros tres votos de los ministros que le son incondicionales, para que se hagan de la vista gorda respecto de las violaciones constitucionales de la RE-B.

Segunda alerta: Pero como el presidente siempre tiene un plan C, D y hasta Z, en caso de que la RE-B no pase en el Senado, le quedaría un subterfugio para cooptar al INE: la elección de cuatro consejeros electorales.

El pasado 20 de diciembre, todo parecía fluir en la Cámara de Diputados para echar a andar el proceso de selección de los consejeros, al dar luz verde al procedimiento para el funcionamiento del Comité Técnico de Evaluación, que revisará los CV de los aspirantes hasta formar tres quintetas de finalistas.

Y hete aquí que surgió un inconveniente: la convocatoria mostró ciertas fallas, por lo que el Tribunal Electoral la tuvo que echar para atrás y, en consecuencia, se pospuso el período para la recepción y análisis de los CV.

No los voy a embrollar con procedimientos legisltativos; solo tengan en mente que a más tardar el 22 de marzo, el Comité debe remitir a la Junta de Coordinación Política la lista de los finalistas. Luego, la lista pasará a la Mesa Directiva para la votación en el Pleno el día 28 de marzo.

Habrá que revisar con lupa si el Comité Técnico fue verdaderamente imparcial y profesional en sus evaluaciones; es decir, que los finalistas se caractericen por su preparación profesional, experiencia, probidad y apego a la legalidad.

Tercera alerta: Para ser elegido como consejero electoral, un finalista debe concitar los votos de la mayoría calificada de los diputados. Y aquí es donde “la puerca puede torcer el rabo”: Los morenistas podrían reventar la votación, si ven que los finalistas carecen de simpatía por la 4T. En caso de que no se logre la votación necesaria, la elección de consejeros sería por insaculación, lo cual les restaría legitimidad e iría en contra de la madurez de nuestra democracia.

Así que ya saben. A ponerse las pilas para defender nuestra democracia.

A menos, claro, que quieran que después del 2024 el país continúe bajo los designios de un solo hombre…

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.