Opinión

Pareciera que el título de esta colaboración pudiera haber salido de los galimatías verbales que se acostumbran en los barrios de rompe y rasga que todavía subsisten en la mayor parte de la Capital de la Republica, pero debo señalar con toda responsabilidad que es una forma de relatar lo que

Lozoya y Duarte, dos fichas que reflejan de que tamaño fue el saqueadero en el pasado sexenio, uno que arroja un tufo de sospecha de que a el mero jefe de esa mafia (Peña Nieto) no llegara el brazo de la justicia. Todo indica, que el ex presidente continuara en el muro de los que fueron ex mandatarios y gozan de cabal impunidad, una sospecha que se consolida gracias a ese invisible manto protector que el presidente López le ha brindado... por razones políticas.

Amlo ya inició campaña, anda promoviéndose, anda reconciliándose, anda viajando. Fue a los Estados que presentan una violencia fuera de control y con registros históricos. La pugna entre cárteles es tremenda en Guanajuato, Jalisco y Colima. Por lo menos con las dos primeras entidades, Guanajuato y Jalisco, el propio presidente ha generado pleitos provocados por él mismo. Sus descalificaciones, sus acusaciones, sus arrebatos han tenido respuesta y ahora busca congraciarse argumentando “aquí estoy”. Si pudiésemos aceptar (asunto muy difícil)