Opinión

En el ajetreo prelectoral que registra el país, con obuses entre los candidatos que se preparan para lanzarse a fondo en un fango de obscenidades de todo tipo, las primeras proferidas por Ricardo Anaya, aunque ya reivindicadas para descargo del candidato azul-amarillo por el llamado “Jefe” Diego, se acaban de emitir voces de alerta preocupantes sobre el estado de la economía nacional.

A pesar de la entrada en vigor de un nuevo Reglamento de Tránsito, que según las autoridades capitalinas tenía la intención de educar y fomentar, entre los automovilistas, una cultura cívica y de respeto a las leyes viales, y así reducir en forma drástica los accidentes, parece que no funcionó, pues en 2017 se duplicaron las infracciones de todo tipo a los millones de automovilistas.

Siempre soy un lector de José Elías Romero Apis, escribe con esa fuerza que da el deber de un mexicano que ama a su país y que quiere a sus semejantes, lo he tratado poco personalmente, por desgracia para mí, pero deja siempre algo que repetir y algo que reflexionar en sus escritos y seguramente sería un charlista magnífico que si los políticos le platicaran sus cuitas y sus penas, con seguridad tendría cuando menos curitas o copas

En una entrevista realizada a Ignacio Carrillo Prieto, en el UNIVERSAL, publicada el día 26 de febrero y firmada por Teresa Moreno y Pedro Villa y Caña, explica el ex fiscal: “LA TARDE DEL 2 DE OCTUBRE DE 1968 EN LA PLAZA DE LAS TRES CULTURAS HUBO UNA CONFABULACIÓN DEL CRIMEN AL MEZCLARSE LOS INTERESES POLÍTICOS DE LUIS