Opinión

El todavía aparente robo de medicamentos abre la puerta al sospechosismo (término acuñado por Santiago Creel Miranda). La austeridad recortó el suministro de medicinas, luego ya no hubo atención para niños en fase terminal de cáncer (menos cortesía y respeto a los padres y familiares), se habló de restablecer el abasto y nada pasó igual que con la pandemia y los protocolos sanitarios.

Si de algo podemos acusar al Presidente de la Republica es de su infinita capacidad para desviar la atención de los problemas prioritarios del país. Y su mejor ventana siguen siendo las conferencias mañaneras, porque mientras distrae y mueve la atención de los mexicanos hacia temas intrascendentes,

Francamente no sé cuántos periodistas somos en México, sería una buena tarea elaborar un padrón confiable separando a los que se "sienten" comunicadores de los que efectivamente han dejado piel y salud en esta profesión;