Opinión

La otra gran revolución que se está gestando tiene que ver con la forma en que se defenderá la libertad de expresión, para el gran público. Para la sociedad el que existan periodistas que puedan decir lo que piensan significa que el país no se ha metido en una bolsa de propaganda tóxica encaminada a un mayor control por parte de los populistas.

Levanten el dedo los que quieran juicios sumarios en la vía pública, arriba las manos de los que deseen rechazar una inversión extranjera en Baja California, griten los que aspiren a la rifa de un avión, aplaudan los que permitan más migrantes en México...

Por mucho que el Presidente de la Republica señale todos los días que la mal llamada Cuarta Transformación está funcionando, la realidad indica que hasta ahora la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador es un completo fracaso.

Una de las definiciones más sencillas de justicia es la que se imparte en las Escuelas de Leyes, del emperador Justiniano: “darle a cada quien, lo que le corresponde”, lo cual no es necesariamente justo, y mucho menos con apego a la legalidad .