Embusteros en la Roma
La llamada telefónica, en realidad fueron dos, de una chica con una voz que a cualquiera sonaría casi celestial me llevó hace unos días, ocioso e intrigado, hasta un despacho en el piso 11 del número 151 de la calle de Alvaro Obregón en la Roma Norte. Adivine. Atinó. Es todo un embuste, conforme imaginé y constaté.