La pesadilla aún no termina.
Me lo confió un alto funcionario de salud del Gobierno Federal, su nombre lo reservo, darlo a conocer implicaría que lo corrieran, así de sencillo.
Información útil para la toma de decisiones
Me lo confió un alto funcionario de salud del Gobierno Federal, su nombre lo reservo, darlo a conocer implicaría que lo corrieran, así de sencillo.
Hay un payaso que se va y que no entiende que su gobierno terminó, que la infinita arrogancia y terquedad sin sentido lo condujeron a una derrota de la cual difícilmente se repondrá,
Las mujeres son fuertes, su constitución biológica y mental ha sido dibujada para resistir mucho más que el hombre. El parto es una de las ventanas de esa resistencia ante el dolor, por no mencionar todo lo que se relaciona con cólicos menstruales; ellas son capaces de ir más allá del umbral. Solo que nuestro dominio ha sido psicológico, inventado como los cazadores, amos y propietarios de un mundo en el que históricamente se ha relegado a la mujer.
Todos los que leemos este comentario hemos perdido a alguien en esta larga noche covidiana, los hilos rojos del destino no son agujetas sueltas, están unidas a un rosario de historias, de ausencia física, de fallecimientos, en esas pequeñas hojas individuales se escriben letras de dolor, es en esas miradas con llanto en donde se refugian las historias personales.
No olvido aquellos días en los que a México enterito se le introdujo a una crisis de desabasto por gasolina. El país despertó hace dos años en medio de una quimioterapia huachicolera que incluía la parafernalia de pipas con la sensiblera frase "PEMEX, POR EL RESCATE DE LA SOBERANÍA"; así como "mujer, casos de la vida real", el presidente Andrés Manuel nos presentó
No nos engañemos, el presidente de México envió la peor señal que cualquier líder pudo haber montado en medio de un tsunami pandémico, el aseverar que no pasaba algo, que su "fuerza moral" daba para despreciar la mortal entrada del covid-19, resistirse a usar cubrebocas elevó en el Gran campo de la ignorancia la idea de que efectivamente "no pasaba nada", uso y señal que fue entendida por muchos como bandera verde para continuar en una normalidad que hoy arroja más de cien mil muertos.