Pinches perredistas

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Si algo me purga el alma es la capacidad que tienen algunos para hacer sus cochinadas y salir a decir que son el único remedio que puede salvar al país. No he conocido mayor carga de cinismo que la que ha presentado el Partido de la Revolución Democrática donde la gente los ha elegido como gobierno.

Si algo debe quedar claro es que no tengo nada en contra de las siglas del partido, pero si mucho contra quienes se han encargado de ensuciar lo que muchos mexicanos creyeron era un proyecto limpio que vendría a dignificar la política, pero nuestra realidad nos indica que esa no fue nunca su finalidad, sino establecer un mecanismo de saqueo y hurto de las arcas públicas como una forma de hacer lo mismo que hacen los demás, pero con la bandera de la reivindicación social.

Nacieron en la Capital de la Republica, esa que algún día uno de sus mayores exponentes y maestros en el arte del saqueo bautizara como "La Ciudad de la Esperanza", y que verdaderamente paso a a ser "La Ciudad de la Espetranza", porque en su nombre se hicieron cosas que solamente los delincuentes organizan y hacen. Y no es que tenga ganas de jeringarle la borrega al señor que consiente a sus hijos comprándoles coches deportivos italianos e ingleses que al menos valen cada uno de ellos tras millones de pesos. A eso se le llama cinismo delincuencial, porque todavía se asume como el defensor de los pobres cuando en realidad de la esperanza de los pobres se ha aprovechado para enriquecerse y gastar enormes cantidades de dinero en su provecho.

Pero regresando con la pandilla de saqueadores en que se convirtieron los miembros del Partido de la Revolución Democrática, cada día nos enteramos de sus hazañas delincuenciales porque ellos mismos dan pie a que uno hable mal de ellos porque son tan cínicos que además de saquear las arcas públicas, de ribete lo presumen sin pudor. Pero lo peor es que aquellos que los eligieron, lo siguen haciendo porque como señalaba Jesús en el momento de su muerte, no saben lo que hacen y toleran lo que les causa daño. Pobres hombres y mujeres cuya ignorancia los ha sumido en el mayor saqueo de que se tenga memoria en la historia reciente del país, pero ellos mismos asumen sus culpas porque siguen igual o peor que antes.

Pero eso no es todo, ahora resulta que también en el Estado de Guerrero, donde sentaron sus reales con un gobierno delincuencial encabezado por Angel "Agarra Dinero" que hizo de todo con tal de seguir empobreciendo a sus paisanos, y después le entregó el gobierno a un sujeto que comía en las fondas del centro porque su salario de maestro no le daba para más, y que una vez que lo hicieron gobernador consumía botellas de vino por las que pagaba hasta treinta mil pesos. Pero ahora nos enteramos que la mayor parte de los perredistas ganaban salarios en gobierno superiores a los sesenta mil pesos, lo que significa que el saqueo iniciado en la Ciudad de México sigue en Guerrero. Pobre país con un partido así. He dicho. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.