Un final anunciado

SINGLADURA

A principios de abril el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, apuró al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) a “acelerar” sus trabajos sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, como si esa fuera responsabilidad única del grupo de la CIDH, saboteado incluso por un sector de la prensa mexicana.

Hace unas semanas, Osorio Chong anticipó que a finales de abril –el último día de este mes- el GIEI terminaría su plazo ampliado para la coadyuvancia y asesoría al Estado mexicano en el caso Ayotzinapa.

Ante las diversas peticiones, especialmente de familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre de 2014, para que los expertos continuarán su trabajo, el funcionario dijo que su participación estaba definida hasta abril.

“Estamos dentro del plazo, estamos trabajando en el plazo que se les dio. Creo que lo que se tiene que hacer es acelerar el trabajo que vienen realizando”, dijo Osorio, al recargar la tarea en el grupo.

"Los especialistas vienen como coadyuvantes para encontrar esa verdad y que si están aquí nos den las líneas que van a investigar y que nos lleven a esas conclusiones para dárselas todos juntos a los padres y a los mexicanos, no sólo que digan si estuvo bien o si no estuvo bien la investigación (de las autoridades mexicanas), si no que nos den líneas y nos digan qué sucedió en Ayotzinapa", planteó el funcionario, aun cuando el papel del grupo sólo fue de “coadyuvancia”.

Ahora y una semana antes de que concluya la asistencia técnica del GIEI en el caso Ayotzinapa y ante la serie de obstáculos gubernamentales que enfrentó, no hay evidencias concluyentes acerca del paradero de los 43 normalistas desaparecidos, lo que deja ver que tampoco importa.

“Es el gobierno de (Enrique) Peña Nieto el que está poniendo las trabas y así no se llega a la verdad; por eso no ha atendido las recomendaciones que hizo el grupo de expertos”, acusa Emiliano Navarrete, padre del normalista desaparecido José Ángel Navarrete.

Navarrete dijo que durante las reuniones que sostuvieron los expertos, familiares y sus representantes con la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez, era evidente que “las búsquedas que se hicieron de nuestros hijos ocurrieron por el trabajo de los expertos, los de la PGR no hacían casi nada”.

Durante sus primeros seis meses de gestión, el GIEI derrumbó la “verdad histórica” proclamada por el ex procurador Jesús Murillo Karam, que sostenía que los 43 estudiantes habían sido asesinados e incinerados en el basurero de Cocula por miembros del cártel Guerreros Unidos. La “verdad histórica” fue descartada mediante peritaje realizado por un experto en dinámica de fuego, José Torero, conclusión en la que coincidió, meses más tarde, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

¿Pero acaso importa eso? No.

El propio presidente Peña Nieto ya dijo adiós al GIEI. Y claro. Ya les agradeció su participación. Chao. Un grupo incómodo menos en el escenario nacional. (fin).

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