COVID-19 Las diferencias

Hace unas semanas, el gobernador de Baja California dio a conocer la inconsistencia entre las cifras de fallecidos por Covid-19 reportadas en su entidad y las registradas por la Federación. De hecho, acusó la dosificación del número de muertos: "si reportan menos, no es la información que estamos reportando nosotros". Y cuestionó: "En esta era que vivimos, donde todo es instantáneo, no hay realmente una razón, de acuerdo con los científicos que yo he consultado, por la que no se reporten realmente, como lo hacen en Estados Unidos, los muertos del día”. Este es uno de los misterios que no resuelve la 4t.

 

Sobre este tema, en días recientes dos organizaciones de la sociedad civil decidieron investigar la congruencia entre los datos obtenidos de algunas entidades federativas y los informados por la Secretaría de Salud. Los resultados son inquietantes, ya que se encontró que algunas personas fallecidas no contaron con la confirmación oportuna del contagio del letal virus, a pesar de presentar síntomas de la enfermedad. La realidad en datos indica que existen diferencias mucho más que significativas.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad se dio a la tarea de analizar el caso de la Ciudad de México. Tuvo acceso a una base de datos oficial que contenía 4,577 registros de fallecidos relacionados con Covid-19, del 18 de marzo al 12 de mayo, reportados en varios juzgados. Después de realizar una depuración informática, se corroboró que 323 actas confirman la causa de la muerte. Sin embargo, no debe minimizarse el hecho de que 3,209 casos tienen consignadas las palabras "posible, probable o sospechoso de Covid-19", porque además incluyen algún otro padecimiento agregado.

Por cierto, se encontró que, durante dicho periodo, mientras el gobierno de la Ciudad de México informó sobre los 937 fallecimientos por esta causa, el Gobierno Federal solo reportaba 123 casos. La conclusión es que en la realidad, hay tres veces más muertes por Covid-19 que las reportadas oficialmente. Si esto sucede en la Ciudad de México, ¿cuáles serán las verdaderas cifras en el resto del país?

Quinto Elemento Lab, por su parte, demostró que Puebla, Sonora, Tlaxcala y Yucatán han reportado más defunciones que la instancia federal, alrededor de 200 casos. Las divergencias están relacionadas con el desfase que existen en los cortes para la transmisión de la información o al atraso en la emisión de los Certificados de Defunción por parte de la instancia médica, o al natural retraso entre la captación de datos, la validación correspondiente y el vaciado en la plataforma digital; es decir, no hay un protocolo que permita acortar tiempos para la obtención de registros fidedignos.

También existen registros de personas fallecidas que, a pesar de presentar síntomas del Covid-19, no se confirmó clínicamente el contagio porque no se obtuvo el resultado de la prueba o ni siquiera se le realizó una; de ahí que se asiente en las actas de defunción la sospecha del virus, sin que implique la actualización de la información a nivel central. Y bueno, también deben considerarse los casos de fallecidos que presentan insuficiencia respiratoria y no llegan a recibir atención médica.

Es evidente la falta de orden, vinculación y coordinación entre las estructuras de salud federales y estatales. El Gobierno Federal debería tener el control total de la información y emitirla una vez que se cuenta con la certeza probatoria de las defunciones por Coronavirus. Es complicado este proceso.

Hasta estos momentos, el sistema hospitalario presenta claras señales de saturación, a pesar de lo dicho por el Gobierno Federal, dada la falta de camas, de respiradores para atender a todos los pacientes (cada vez asciende el número que hay que intubar), así como de médicos y enfermeras capacitados, dado que muchos de ellos ya han sido contagiados.

El número de contagios y de defunciones van en ascenso y lo menciono porque según los cálculos del gobierno, la semana pico fue entre el 8 y 12 de mayo. Tan es así, que desde Palacio Nacional se afirma que ya se ve la luz al final del túnel, mientras el resto de la población vive en incertidumbre y en procesos de detección de cifras inconsistentes.

Los medios de comunicación han dado cuenta de lo sucedido tanto en hospitales como en ciertos cementerios del país. Esto no significa estar contra el gobierno, sino un claro ejercicio de libertad de expresión y del derecho que, como habitantes, tenemos de estar informados sobre lo que sucede en esta pandemia.

Es urgente que el gobierno federal articule un sistema integral de información, porque tiene la capacidad de hacerlo, que permita reducir los tiempos entre la captación y validación de registros a nivel estatal y la contabilización de los mismos para los informes nacionales.