Con la elección de una nueva Asamblea Constituyente el domingo pasado en Venezuela donde hubo una participación de 41.53% del padrón electoral y se contabilizaron 8 millones 89,320 votos de acuerdo al Consejo Nacional Electoral.
Entre los miembros de la Constituyente destacan Diosdado Cabello, Vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la primera dama Cilia Flores, la ex canciller Delcy Rodríguez, la abogada Iris Varela y el profesor Aristóbulo Istúriz, todos ellos vinculados con el régimen de Chávez y de su sucesor.
El Presidente NICOLÁS MADURO dice que” las elecciones harán un país más pacífico y ayudarán a revivir la economía venezolana, que se está saliendo de control”.
Este acontecimiento pone en entredicho la gobernabilidad venezolana por un lado los personajes afines al régimen serán quienes redacten la nueva Constitución y por otro lado el último reducto opositor la Asamblea Nacional ha quedado reducido a cenizas con la elección del Constituyente.
La potencia petrolera que fue algún día Venezuela desde el Gobierno de Hugo Chávez se ha visto en crisis, las ganancias petroleras se fueron en programas sociales de carácter populista, generando más deudas que ganancias; la inflación ha alcanzado niveles insospechados y el bolívar cada día vale menos.
El endeudamiento del Estado, según cifras del Banco Central de Venezuela, se ha incrementado a 46 mil millones de dólares, la cifra más alta en los últimos años. Entre la deuda externa, la interna y la de la filial estatal petrolera PDVSA asciende a un total aproximado de 300 mil millones de dólares.
El fallecido líder Hugo Chávez aumentó el peso del Estado en la economía nacionalizando empresas, centralizando el manejo de la hacienda pública, manteniendo los precios de alimentos, medicinas y otros productos.
Nicolás Maduro y su gobierno enfrentan una crisis de credibilidad, porque “el sueño de la revolución bolivariana no está dando lo se esperaba”. La sociedad venezolana está muy desgastada y es urgente que pase algo que les ayude a resolver sus problemas.
En este sentido es interesante el silencio de su aliado Raúl Castro, Presidente de Cuba, quien mantiene una alianza con ese país sudamericano, quien entre los apoyos que ha enviado son cientos de médicos a los hospitales venezolanos y en reciprocidad se le manda petróleo y gasolina, e igualmente llama la atención de la declaración del Presidente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, quien se pronunció por la mediación en el conflicto de Papa Francisco, nada sería extraño si antes MORENA, no hubiese dado manifestaciones claras en favor del Gobierno de Nicolás Maduro, del cual hoy López Obrador, se quiere deslindar.
Por el bien de Venezuela que la OEA y la ONU logren una verdadera mediación y se mantenga la democracia de esta Nación hermana