Las presiones de Donald Trump

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El 27 de enero, los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto, sostuvieron una conversación telefónica en la que abordaron temas como: El tratado de libre comercio, la migración, el combate al crimen organizado y por supuesto el muro fronterizo entre ambas naciones; en aquella ocasión el mandatario mexicano (como meses después lo revelaría el Washington Post), haría frente a la postura de su contraparte norteamericano, quien sin más, trataba con aquella acción, de hacer

valer sus términos y condiciones.

Ya en específico, sobre la cuestión del muro fronterizo, Trump le manifestó a Peña Nieto en dicha ocasión: “No le puedes decir eso a la prensa”, refiriéndose a las declaraciones que el presidente mexicano hacia cada vez que el magnate mencionaba que México pagaría por su muro, pues de antemano sabia la posición de México ante este asunto, es decir, cada vez que el presidente mexicano le remarcaba el enfoque de nuestro país ante dicho asunto y lo desmentía ante su pueblo, Donald Trump hallaba un demerito en su posición política y en su imagen pública, situación que le obligó, a su estilo, a pedir este tipo de tregua.

     Exactamente siete meses después, el pasado 27 de agosto el presidente de Estados Unidos retomaría el asunto del muro esta vez en redes sociales al mencionar en twitter: ​"Con México siendo una de las naciones con más crimen del mundo, debemos tener EL MURO. México pagará por él mediante reembolso/otros”. Y además, se pronunció respecto al Tratado de Libre Comercio mencionando: “Estamos en NAFTA (el peor acuerdo comercial jamás realizado) con México y Canadá. Siendo ambos muy difíciles, ¿deberíamos de terminarlo?”. La respuesta por parte de la cancillería mexicana seria en esta ocasión inmediata, enfática y terminante.

     En su comunicado de prensa número 326, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha mencionado respecto a estas declaraciones: a) México no pagará por ningún muro que se construya en territorio estadounidense pues es un principio de soberanía y dignidad nacional; b) La violencia generada en México encuentra entre sus fundamentos el tráfico ilegal de armas, drogas y dinero por lo cual es un problema compartido; c)La posición de México en la mesa de renegociación del TLCAN, continuara siendo seria y constructiva, buscando un resultado en el que los tres países norteamericanos ganen, y; d) México no negociara el TLCAN, ni ningún otro aspecto de la relación bilateral por medio de la redes sociales o los medios de comunicación.

     En opinión propia, el asunto que hoy nos concierne, revela dos hechos principalmente, el primero de ellos es que el Presidente estadounidense en definitiva buscó con este actuar inyectar presión al tema de la renegociación del Tratado de Libre Comercio y el segundo, es que esa misma conducta le he dejado nuevamente exhibido a nivel internacional, pues la defensa del pueblo Mexicano a través de sus órganos diplomáticos le ha dejado, quiera o no, aquello que el menos desea: su descredito.