El agente topo: una película increíblemente real

Nominada al premio Óscar 2021 en la categoría de mejor documental, ganadora del premio del público a Mejor Película Europea 2020 en el Festival Internacional de Cine de San

 Sebastián, España, además de representara Chile en otras competiciones cinematográficas como los premios Goya y diversos festivales independientes, El agente topo es un filme conmovedor por su estilo directo y su temática —la soledad— especialmente impactante en estos tiempos de confinamiento mundial.
Estrenada en un contexto de emergencia sanitaria internacional provocada por la pandemia de coronavirus, que como nunca antes en los tiempos modernos había arrojado tanta mortandad y sufrimiento, El agente topo sorprende gratamente por la sensibilidad como la directora de esta cinta, Maité Alberdi, se acerca a los protagonistas-no actores sino personajes de la vida real. Con un ritmo lento y pausado, la directora nos va adentrando en una historia que pretende ser de corte detectivesco y acaba por ser un documental dramático o "docudrama", es decir, una película que muestra un aspecto de la realidad como si fuera una historia de ficción con un desarrollo climático, emotivo y lleno de emociones diversas.
¿Y cuál es esa historia increíblemente real que nos ofrece Alberdi en su más reciente producción? La de cómo viven y sienten la vida los ancianos separados de sus hogares y abandonados por sus familiares para convivir y ser cuidados en una residencia o Casa-Hogar establecida en la periferia de Santiago, la capital de Chile, dedicada al cuidado de personas de edad avanzada sean o no autosuficientes para satisfacerse sus necesidades básicas de sobrevivencia cotidiana.
Un tema así de fuerte y actual es planteado en el filme con cierto grado de humor, pero con delicadeza, respeto y hasta ternura que nos provoca el desempeño de Sergio, el agente "topo" que se infiltra en la residencia como un interno más, pero con la misión secreta de averiguar si el personal que labora en el lugar trata bien a sus internos.
Así las cosas, los espectadores le seguimos los pasos al octogenario investigador privado y somos testigos de sus peripecias para tratar de cumplir con el encargo para el que fue entrenado. Sin embargo, a medida que el documental avanza la narración se vuelve un collar en las que como perlas se van engarzando los testimonios de mujeres y hombres que, en palabras de la propia directora del filme, "antes de esta pandemia de Covid ya vivían la pandemia de la soledad." Por eso, afirma Maité Alberdi, "estamos muy orgullososde ver cómo El Agente Topo ha ayudadoa las familias a reconectarse con sus mayores". Y yo agregaría que también ha contribuido a visibilizar en la esfera pública el problema creciente de la soledad y el abandono de los adultos mayores que se vive hoy en día en muchas de las sociedades contemporáneas.
Por ello, me inclino por El Agente Topo para recibir el premio de mejor documental en la ceremonia 93ª ceremonia de entrega de los premios Óscar a celebrarse a finales de abril de este año.
XOX