¿Quién mató a Manuel Buendía? Una película detectivesca muy real y actual

Han pasado casi cuatro décadas desde que en la ciudad de México asesinaron a plena luz del día a uno de los periodistas más prestigiados de la época: Manuel Buendía, autor de la igualmente célebre columna política Red privada. A la fecha este homicidio sigue impune y

 a él se le han sumado el atentado y la desaparición de otros 400 periodistas más, asegura el cineasta Manuel Alcalá, director de su ópera prima Red privada ¿Quién mató a Manuel Buendía? (2021), recién estrenada en la plataforma digital Netflix.
Se trata de un muy interesante largometraje de género documental que aborda las circunstancias en que fue asesinado el periodista Manuel Buendía, así como las hipótesis que se generaron en la opinión pública sobre el leit motiv de tal delito. Para ello, el director y guionista Manuel Alcalá entrevista a una veintena de personajes del medio periodístico, académico y político, e incluso incorpora las voces de algunos de los principales actores implicados en este magnicidio que en su momento impactó al país por lo inédito del acontecimiento.
Por primera vez en la historia moderna de México se acribillaba en la vía pública y a la luz del día a una figura periodística de primer orden, al que de nada le sirvieron sus conocidos vínculos con altos funcionarios y políticos del partido político gobernante en la década de los ochenta, ni tampoco el hecho conocido de ser un periodista que solía ir armado y que era si era necesario igualmente se podía acreditar como agente policiaco. Ahora, a la distancia, esta circunstancia nos puede sorprender y es posible que hasta nos haga arquear la ceja en señal de desconfianza sobre quién era este columnista que se inició cubriendo fuentes policiacas y que evolucionó a las de orden político y de narcotráfico sin abandonar las primeras.
Me parece que uno de los aciertos del documental Red privada ¿Quién mató a Manuel Buendía? es precisamente el de recrear una visión particular sobre el tipo de periodismo político que se hacía en México a finales del siglo XX, los usos y costumbres que regían el ejercicio periodístico diario, los vínculos que se establecieron desde entonces entre un naciente narcotráfico empoderado y el Estado mexicano infiltrado por la corrupción ya desde entonces evidente en el panorama político nacional.
Otro de los elementos positivos de este largometraje es el interés que logra mantener en la audiencia, pues si bien se trata de una narración sobre un hecho histórico, el tratamiento y la presentación del mismo es ameno y entretenido. El recurso sonoro de emplear la voz del actor Daniel Giménez Cacho para representar al periodista Manuel Buendía, así como los audios y videos que el propio columnista realizó para la radiodifusión pública nacional de los ochenta, resultan por demás novedoso, pues es una vertiente poco conocida de este comunicador.
La visión de Manuel Alcalá, ganador de un Oso de Plata en el festival de Berlín de 2018 por mejor guión, sobre ¿quién asesinó a Manuel Buendía? no es concluyente, no se decanta por alguna de las hipótesis que ofrecen sus entrevistados, que por otra parte tampoco se atreven a ofrecer una respuesta directa y contundente. Muchos de ellos son personalidades que hoy por hoy se mantienen vigentes en la esfera pública. A lo más que alguno de ellos se atreve a afirmar es que evidentemente “se trató de un crimen de Estado”. En este sentido, recupero las palabras que el propio columnista de Red privada dijo alguna vez, y que son recuperadas en este documental: “si alguna vez pudiera pronunciar mis últimas famosas palabras. Solamente diría esto: merecido me lo tenía”.
Concluyo esta reseña con una respetuosa discrepancia con Manuel Buendía respecto a lo dicho, no creo que ningún periodista se merezca morir como él murió. Tampoco creo que la impunidad ante la violencia institucionalizada deba ser algo a lo que los mexicanos nos debemos acostumbrar. De ahí entonces el valor de este documental que nos recuerda que el Estado mexicano tiene mucho trabajo pendiente y necesario de llevar a cabo, si es que se quiere recuperar la confianza en las instituciones públicas. @Nohemy GarcaDua 1.