La UNAM y las cuotas de género

Defender la autonomía universitaria implica mucho más que sólo plantarle cara a un gobierno que ha sido

especialmente agresivo con la Universidad Nacional Autónoma e México (UNAM). En los hechos, defender la autonomía significa también liberarse de presiones, sean políticas o de opinión pública, para tomar las decisiones que más convengan y apoyen a la UNAM, más allá de las corrientes de pensamiento e, incluso, de la corrección política.

Un pobre y flaco favor le han hecho a las mujeres universitarias, aquellas personas

que dentro y fuera de la UNAM, han contaminado el proceso de selección del nuevo

rector o rectora, con el argumento simplista de que si la Suprema Corte de Justicia de la Nación es presidida por una mujer, si muejres encabezan las cámaras de Senadores y de Diputados y si son mujeres las dos candidatas presidenciales que se disputarán

suceder a López Obrador: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, entonces

ya le toca a una mujer ser rectora de la UNAM.

El argumento, así de pobre y de frágil, por cuota de género, ha sido promovido por algunas y algunos políticos que opinan, con todo derecho, desde fuera de la institución. Pero algo más delicado es que, además, ese alegato se ha reproducido entre grupos de feministas académicas universitarias que, teniendo cargos de responsabilidad, aprovecharon el reprobable insulto de un profesor y ya ex funcionario de la Facultad de Derecho, Ricardo Rojas, para protestar en defensa de la maestra ofendida Zoraida García Castillo, directora de la Escuela de Ciencias Forenses.

Esos grupos han tratado de secuestrar el proceso de selección del nuevo rector o rectora, para convertirlo en un tema no sólo de género, que no lo es, sino en un tema de cuota de género, que mucho menos debería serlo.

Todavía más grave resulta la denuncia de un periodista que no es cualquiera sino Carlos Ramos Padilla, que acusó recibo –públicamente– de llamadas telefónicas desde las oficinas de Comunicación Social de la propia UNAM, usando el nombre del rector Enrique Graue Wiechers, para decirle que “le toca a una mujer” y reclamarle opiniones publicadas en otro sentido.

Si la oficina de prensa de la UNAM está operando a favor de una tendencia “políticamente correcta”, como Ramos Padilla lo denunció, el asunto es más delicado aún, pues un área de la Rectoría está trabajando entonces para desnivelar el piso parejo ofrecido por Graue Wiechers y también está interfiriendo en la auscultación que realiza la Junta de Gobierno. Incluso, se puede afirmar que el área de prensa estaría suplantando a la Junta y sesgando opiniones en el proceso de consulta.

La UNAM no es una cuota de género y tratarla así, alegando que “le toca a una mujer ser rectora”, es faltarle al respeto a las mujeres universitarias que han trabajado para ganarse el lugar que ocupan, por sus méritos, no por su género.

Como bien dijo Patricia Dávila Aranda, secretaria de Desarrollo Institucional y candidata a rectora: “A mí me preocupa cuando pensamos que ‘ya nos toca’ como mujeres. Eso no está bien y es denigrante. Si una mujer cumple y tiene las habilidades, la experiencia y todo lo que se necesita para ser rectora, hay que darle la oportunidad, pero no sólo por el hecho de ser mujer” (La Jornada 05-09-2023).

 Pensar en la cuota de género para un cargo como la Rectoría de la UNAM, es también faltarle al respeto a la Universidad, a las y los universitarios y a la sociedad misma que

financia su operación.

La UNAM debe ser dirigida por el mejor perfil que se encuentre para el momento que se vive y se vivirá en los próximos años. Si ese perfil corresponde a una mujer o a un hombre, debe ser algo completamente incidental.

Nadie que hoy opere para forzar la sucesión de la UNAM y convertirla en un tema de género, es un universitario o una universitaria auténticamente preocupados por la institución.

POR LAS CALLES Y LAS REDES… Quien anda que no lo calienta el sol, es el senador Germán Martínez Cázares. Dicen los que saben que anda muy molesto porque descubrieron que plagió su tesis profesional, titulada “Naturaleza jurídica del voto”, fechada en noviembre de 1997 y con la que obtuvo el grado de Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle. Son varios los párrafos que plagió de otros autores, y eso no es un tema menor. Al ex presidente nacional del PAN se le ha visto descompuesto y acusando a grito abierto a la ministra de la Suprema Corte, Yasmín Esquivel Mossa, de haber plagiado su tesis. Pero ahora, el senador se quedó sin argumentos y sin autoridad moral, porque ya salió a la luz que debe una explicación a la Universidad La Salle y a la ciudadanía, de su actuar. Ahora el tema del plagio lo alcanzó a él. Hay que esperar para saber que sucederá con ese asunto… Por parte de la oposición en la CIUDAD CAPITAL, el que ha estado muy ocupado es Santiago Taboada Cortina, alcalde de Benito Juárez, quien se reunió con el perredista Víctor Hugo Lobo Román, diputado local; y con Adrián Rubalcava Suárez, alcalde de Cuajimalpa, y presumió ambos encuentros en sus redes sociales. Quien no se quiere quedar atrás en la carrera por la coordinación de la Alianza por la Ciudad en la capital del país es la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas Nieves, a quien le aprobaron la solicitud de licencia por 16 días que presentó ante el Congreso de la Ciudad de México pero en los primeros dos días de actividades le ha ido bastante mal por los enfrentamientos que su equipo tuvo en Iztapalapa y en Gustavo A. Madero. Aunado a lo anterior, no cuenta con el apoyo del PRI. Habrá que ver si Taboada Cortina se va a reunir también con Nora Arias Contreras, Lía Limón García, Kenia López Rabadán y Luis Espinosa Cházaro. Y la pregunta obligada es: ¿Se reunirá con Sandra Cuevas? Cabe recordar lo que ella dijo hace un par de semanas: “Seguramente no hay cariño ni les caigo bien (a PAN, PRD y PRI), pero les convengo. Yo considero que en el Frente está cerrado entre Taboada y yo, quien no lo quiera ver o aceptar, ya es cuestión de los partidos políticos”. Por cierto, quien está presionando en el PRD es Lobo Román. Hay que ver como quedan las cosas al interior de ese partido debido a que Jesús Zambrano mantiene el control de ese instituto político a nivel nacional y quiere tomar la batuta en el proceso en la CDMX y Víctor Hugo no lo va a permitir. No cabe duda que se acerca el momento para determinar quienes participarán en la elección del coordinador del Alianza por la Ciudad en la CIUDAD CAPITAL.

Jorge Javier García Mendoza

@GarciaJJavier

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Periodista y analista político con 30 años de experiencia. Director y subdirector editorial de revistas y periódicos. Conductor de radio y televisión.