Silencio presidencial y la pandemia
Los muertos Señor Presidente, no reclaman sus silencios, tampoco esas pausas ceremoniosas y vanas con sabor a circo, con esencias de simulación, que a toque de clarín nos recuerdan su desdén, su actitud omisa, sus golpes presupuestarios a la deseada salud, su negativa incomprensible a ponerse un barbijo.