Unido México para la reconstrucción
El Presidente Enrique Peña Nieto sostuvo esta tarde una reunión de supervisión con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y con funcionarios de los Gobiernos Federal y local.
Información útil para la toma de decisiones
El Presidente Enrique Peña Nieto sostuvo esta tarde una reunión de supervisión con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y con funcionarios de los Gobiernos Federal y local.
Este artículo, en realidad, lo estoy escribiendo el sábado 23 de septiembre. Estaba consultando la información en la computadora cuando empezó a sonar la alarma sísmica, me levanté a despertar a mi hijo y a tomar llaves y bajar lo más rápido posible los cuatro pisos cargando la andadera, cada grada se me hacía interminable y el tiempo me parecía cada vez más justo. Al salir, mi hijo, estaba en la calle esperándome con la preocupación en el rostro, sin zapatos y temblando por el frío, de inmediato recibía la llamada de mi esposa que desde Oaxaca preguntaba cómo estábamos y sabía que ellas estaban bien.
En el 2011 Japón recibió un golpe de 9 grados, una bestialidad de terremoto, Fukushima le dio la vuelta al mundo por las imágenes de las olas de 5 metros tragándose todo, la crisis nuclear, y Japón salió adelante... pero tuvieron que lidiar no sólo con el terror de un sismo de esa magnitud sino con el síndrome del estrés postraumático, un golpe que llevó al suicidio a muchos, que generó que miles de japoneses que no estuvieron ni remotamente cerca al sitio de desastre se vieran envueltos en caídas depresivas, enfermedades emocionales, en angustia y en un repetitivo miedo a que en cualquier momento se diese otro impacto...
Me encontraba en el departamento de Patriotismo y acababa de recibir la llamada de un amigo que me vendría a visitar diciéndome que estaba cerca. Antes, terminé de lavar unos trastes sucios y pretendía hacer la comida para mi hijo, mi amigo y yo, pero como siempre, antes de los temblores me invadió una enorme fatiga como me sucede cuando se darán acontecimientos difíciles en mi vida y me recosté en un sillón, y ya no hice nada, me volvió a llamar mi amigo diciendo que estaba ya cerca del departamento y me levanté y me puse a consultar unos datos en la computadora, y poco después de la una de la tarde el temblor, brutal, inesperado, trágico, violento y me paré tomando la andadera que uso desde que me lastimé el tendón de Aquiles y los problemas de la
Es casi, casi seguro que suene un tanto cínico, indolente o nada sensible en estos momentos de emergencia nacional por los devastadores terremotos de septiembre, decir que también esto pasará. Aún las secuelas de los devastadores movimientos telúricos habrán de pasar, aunque en el recuerdo de muchos, si no de todos, persistirán las heridas, las muertes y las pérdidas. Pero por un tiempo, quizá largo, seguirán allí lacerando, perturbando, inquietando las mentes y los corazones de quienes perdieron todo en segundos, incluso las vidas de muchos seres queridos. Pero al final, un día, todo será mitigado, evaluado y resumido en su justa medida y dimensión.
Con nuevos bríos amaneció la Ciudad de México, con su dolor, sus muertos, sus vivos y volcada la sociedad civil que encontró su propias formas, sin esperar discursos, líneas a seguir ó actitudes mesiánicas, dejando a un lado la política y a los políticos, rumbo a restañar heridas dejadas por el sismo de 7.1 grados del pasado y fatídico 19 de septiembre, hora 1:14 de no mal recuerdo, con dos escenarios el gobierno tiene el control, pero no la organización.
En México pasan muchas cosas que siempre lamentamos, pero que nunca solventamos. Y no es que a los mexicanos nos haya agarrado el gusto de hacer las cosas mal, simplemente es que quienes tienen la responsabilidad de hacerlo desde la esfera gubernamental lo hacen mal, de malas, o simplemente no lo hacen. Y ese es un problema de toda la administración pública, porque el costumbrismo y la dilación se enraizaron en el comportamiento laboral de los servidores públicos de todos los niveles.