INE, trabajo a control remoto

El Instituto Nacional Electoral (INE) parece haber encontrado la forma de reducir el gasto en edificios arrendados.

A raíz de la pandemia y de que muchos empleados estuvieron obligados a trabajar en casa, el instituto ha descubierto con beneplácito que funciona para cumplir sus objetivos.

En nada altera su responsabilidad de organizar elecciones y cumplir con las distintas tareas que le señala la ley.

Puede ser la respuesta a las críticas que le hacen de que gasta mucho en pagar renta.

En 2021 el reporte es que pagó más de 500 millones de pesos por arrendamiento y la cifra creció en el año que está por terminar.

Todavía en el INE no está afinada una estrategia de ese tipo. Se valora, lo que implica que los empleados trabajen desde su casa y no tengan que utilizar oficinas y otros servicios de la institución.

La idea no es que todo mundo se quede en casa, hay tareas que exigen actividad presencial, en particular una vez que arranca el proceso electoral, porque no es posible vigilar su desarrollo a distancia o por zoom.

Por lo pronto, la medida de laborar a control remoto puede ser de gran ayuda para bajarle al gasto en arrendamiento.

Los empleados también se verían beneficiados; dejarían de gastar en transportación y comer en la calle. Estarían más cómodos para atender su misión, con mucho menos estrés que provoca circular en el ajetreo de una gran ciudad como la CDMX.

Al margen de los resultados que arroje el estudio que harían para considerar dicha alternativa en toda su estructura, es un hecho que puede ser otra forma de ahorrar recursos en el instituto.

Arturo Zárate Vite

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@zarateaz1

arturozarate.com