Ignacio Morales Lechuga es personaje respetado por propios y extraños. Ha sido procurador General de la República,
procurador de justicia de la Ciudad de México, embajador de México en Francia, secretario de gobierno en el estado de Veracruz, candidato a gobernarlo y en la actualidad Notario Público.
Como procurador, participó en la detención de José Antonio Zorrilla Pérez, quien fuera director de la Dirección Federal de Seguridad, ya desaparecida, acusado de ser el autor intelectual del asesinato del periodista Manuel Buendía, quizás el más leído en los ochentas en su “Red Privada”.
Morales Lechuga, cuidadoso de su prestigio, además de la actividad notarial se ha significado por su altruismo y, por opinar, con fundamento, sobre casos relacionados con la impartición de justicia. Así lo hizo en el asunto de la francesa Florence Cassez, acusada de pertenecer a una banda de secuestradores. Finalmente fue liberada, ante las inconsistencias del proceso en su contra.
No ha sido el único caso. Lo hace cuando advierte que se comete o está por cometerse una grave injusticia.
Por ser partidario de la justicia, no dudó en elaborar Amicus Curiae, valoración técnica en defensa de un periodista y defensor de los derechos humanos, al descubrir en el expediente falacias y serias irregularidades.
-¿Cuánto te cobra Morales Lechuga? - preguntó al periodista conocido litigante.
-Nada -fue la respuesta.
El asunto va en camino de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Arturo Zárate Vite
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@zarateaz1
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