PICOTAZO MIERCOLES 11 MARZO 2020

No es broma, pero yo sí creo en que la jefa de gobierno no es de las que despierta pensando

 en cómo fregar la vida de los capitalinos, pero hay funcionarias que parece que en eso se empeñan. Y la del metro, su directora, Florencia Serranía es lo que se le conoce "Un lastre" para su jefa.


No sé francamente que se le deba, ella no está para el cargo, excepto cumpla con la tarea de generar dinero por la vía de la corrupción, o en un tono más amable si hablamos de conflictos de interés, pues la empresa "Soluciones Aplicadas de la Industria S. A. De C.V. En donde el administrador José Beltrán González, vendió refacciones al Metro entre 2016 y 2018 y ahora funge como asesor de la señora Serranía, y cuyos contratos tiene este columnista en su poder.


Si algo consume el Metro, a parte de electricidad, son grandes bolsas de recursos que desfilan entre empresas que casi siempre son afines a los funcionarios que mueven al Metro, y doña Florencia ha venido mostrando una enorme habilidad para sustituir proveedores y compañías que históricamente mantenían a flote el funcionamiento del gusano naranja, pero bajo la ridícula guerra en contra de la corrupción es que se dio entrada a esas "Otras" empresas, de los cuates de doña Florencia, o sea, la corrupción no solo no se detuvo sino que se hizo más fuerte, ejemplo de esto es lo que en este espacio nos hemos cansado de denunciar en cuanto a la empresa Ecotec, misma que contrata a un ejército de abuelitos para labores de limpieza, outsoucing. Esta compañía, propiedad de el señor Ulloa opera bajo el amparo de la directora del Sistema, a pesar de todas las denuncias emitidas por la pasada contraloría.


Pero como se trata de ancianos que no tienen quién los proteja, las quejas van a morir a otra parte. Desde 1975 no se había presentado una desgracia como la de ayer, y esta tragedia se da solo por que se dejó de dar mantenimiento a los trenes, no hay de otra y la salida de esta funcionaria le daría un rasgo de dignidad al Gobierno de la CDMX. 


Claudia Sheinbaum puede ser todo lo bien intencionada que se desee, pero en el juego de gobierno y de que las cosas le salgan bien no cuenta con el apoyo de Serranía, ¿cuántas más le va a aguantar? ¿cuánto desgaste de su figura está dispuesta a invertir con tal de sostener a la directora del Metro, cuando lo único que ha generado ha sido el poner en peligro la vida de los usuarios del sistema? 


La jefa de gobierno no debe pensar que quitar a una mala servidora pública signifique doblegarse ante los conservadores, no es así, aquí se trata de marca un límite hacia todo aquel o aquella que no le funcione y así como se debe reconocer el nivel y buenos resultados de personajes como su Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García y la de su Secretaría de Gobierno Rosaicela Rodríguez, piezas que se obliga a conservar por efectivas, más no así con alguien que en cualquier momento le va a generar más que un dolor de cabeza y a los usuarios un mayor sentimiento de inseguridad.