Picotazo político 20 mayo 2020

La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum ya anotó en el pizarrón cómo va a estar eso del regreso a la  

 nueva normalidad, algo que se antoja terminará siendo una "llamada a misa" chilanga, basta asomarse a las calles para palpar esa reacción de "ya no creo que venga el lobo", aplacar la curva covidiana para muchos, es una vacilada. Eso sí, vimos como el graderío estalló en júbilo y aplausos cuando se anunció que la producción de cerveza se retomaría este primero de junio.

Esta bien, cada quien y sus prioridades, solo que en la lista nos encontramos con que a los gimnasios los mandaron a su reapertura hasta septiembre como si de antros se tratara y esta decisión merece, para los que practicamos algún deporte, la extrañeza pues no se quién demonios etiquetó a estos centros de acondicionamiento como si fuesen depósitos de desperdicios hospitalarios.

Los casi dos mil 500 gimnasios que operan en la ciudad son generadores económicos de mucha importancia, dan empleo y mueven grandes cadenas productivas, pero mas allá, son extraordinarios para el mejoramiento físico, así es, quien se entrena en un gimnasio tiene mayores probabilidades de no enfermarse, no solo de un virus, sino que ataja cualquier tipo de padecimiento crónico degenerativo, ahí se combate a la obesidad y padecimientos cardíacos mejorando la calidad de vida de quienes asisten.

Simplemente es irracional que se les abandone de esta manera, los gimnasios no son foco de contagio, se ignora que el tema de la limpieza y cuidados extremos son de uso común en estos sitios y que todo se solucionaría con un una estrategia de apertura, en donde se apliquen mayores controles de los usuarios, sin exceder la capacidad que se les está otorgando, por ejemplo, a los restaurantes, esto es, utilizar el 30 por ciento de su capacidad, sanitizacion de los equipos cada que sean utilizados, uso de caretas acrílicas para los que estén dentro.

Vamos, la lista de soluciones están ahí, solo es asunto que las autoridades en materia de salud tomen en cuenta esto. Un hecho innegable es que el confinamiento ha generado una degradación en la calidad de vida de muchos, potenciando el estrés y la ansiedad y la actividad física ha sido la respuesta a esos problemas, el deporte y sus variantes tendrán que ser considerados en los planes escolares, ya no solo una hora a la semana, y no todos tienen un parque para salir a trotar; por ende los gimnasios ya no son un asunto de estética o de pasarela, ahora deberán ser considerados como parte de la canasta básica, pues la mejor defensa del organismo es un cuerpo fuerte, bien alimentado, mentalmente disciplinado y perdóneme Ud. aunque vaya en contra de los buenos cheleros, eso, lo de la apertura controlada de los gimnasios me parece si es una urgencia.

Es cierto que la jefa de gobierno no se platica todo y que seguramente a alguien, poco interesado en las barras y pesas y por ende en mantener esa pancita que tanto le ha costado engordar, no le han pasado bien la tarjetita para explicar que los "gyms" no son cantinas ni centros nudistas, todo el contrario, se trata de laboratorios para el mejoramiento de la salud y de fortaleza del sistema inmune, algo que nos va a ayudar a combatir a este virus y los que habrán de venir, digo, creo que es mejor una hora de cardio que una hora de caguamas.