El infierno de AMLO

Guanajuato es para AMLO lo que Michoacán a Calderón, su infierno, el derrumbe de todas las estrategias en materia de seguridad, Calderón golpeó el avispero y el estado michoacano se vio envuelto en llamas.

 López Obrador no ha podido con Guanajuato y todo indica que no irá en auxilio de esa entidad. Los 26 muertos en el anexo en Irapuato escandaliza, pero no es el único caso, el combate al huachicol le ha significado al actual mandatario una de las derrotas más escandalosas. No puede con el Cártel Santa Rosa de Lima y el tal Marro obtuvo ventaja al quedar libre su mamá y parte de su parentela, y si bien no es culpa del Jefe del Ejecutivo lo que un juez determiné, sí compete a su aparato de inteligencia y sobre todo a la Guardia Nacional el que dicho cártel y sus cabecillas continúen moviéndose en Guanajuato con la protección de muchos ciudadanos que escogieron el membrete de los criminales a la supuesta legalidad que el estado les ofrece.

La lucha entre dos cárteles, el de Jalisco Nueva Generación y el de Santa Rosa de Lima demuestran de manera brutal el cómo una promesa presidencial se convierte en una de las utopías más grandes, el haber pensado siquiera de que los criminales depondrían las armas con tan solo un llamado a la fraternidad y al intercambio de abrazos confirma lo que he sostenido en los últimos picotazos: que el gobierno de la 4T no solo fracasa en su lucha contra la corrupción sino en el guajiro sueño de una pacificación por la vía de santiguar a los malos y así exorcizar al país.

Si el presidente se queja de ocupar un sitio como el que más burlas ha recibido en la historia, es por qué esa percepción tiene que ver con el manejo del espejo, uno que se ríe de lo que se propone frente a la dureza de la realidad, los muertos en Guanajuato, así como los feminicidios o la interminable lista de asesinatos en toda la Nación sencillamente no encuadran en el deseo presidencial de acabar con los demonios sólo con mostrarles un escapulario, y ojo, no estamos sumando los miles que han perdido la vida por el Covid, que si bien es cierto, la 4T no inventó la pandemia, si arrojó una actitud tardía e irresponsable para contener la muerte covidiana.

Dos años ya y el sexenio de acabó, le queda rescatar las elecciones del próximo año, la desesperación entre sus generales es ya inocultable, cierto, sus adversarios los están acosando y no les darán tregua, pero suma el que este gobierno no se ayuda, por el contrario, son muchos los que presumieron sangre Morena y que ya comienzan a buscar la salida del barco.

No es rumor, la voracidad de funcionarios que el próximo año terminarán alcaldías, municipios, diputaciones, ya arrancaron el ritual del saqueo… muchos en Morena saben que aquel voto que los hizo llegar está por devolverles el castigo.

Cierto, este 2020 significa para muchos uno de los años para el olvido, pero para este gobierno ya dibuja el año de despedida, excepto que un milagro los rescate, uno sin efectos especiales, sin salvas.

Y vaya, si ante el crimen organizado ya no se pudo, les queda la economía, ¿serán capaces de rescatar a los mexicanos de la pobreza y el desempleo en unos cuantos meses? ¿Antes de las elecciones del próximo año? ¿O de plano que bajen el telon y apaguen la luz?