Los afanes de trascendencia del presidente rayan en lo burlesco, bien sabe que su iniciativa de revocación de mandato es una ficha que lo acercará a las
páginas doradas de la historia en los libros de texto, en los que se mencione que Andrés Manuel López Obrador fue el primer expresidente en someterse a “la voluntad del pueblo”, que su paso por la presidencia significó el parteaguas en los ejercicios democráticos del país, a pesar de los ataques de los malditos conservadores y su brazo diálogo en el INE”.
La jugada es muy ranchera pero efectiva, primero “machetean” el presupuesto para que se lleve a cabo la instalación de miles de casillas en todo el territorio, eso incluye papeletas, ciudadanos que se coloquen al frente de casillas, un ejército de especialistas en sistemas y todo ese etcétera. Sin más recursos el INE estaría limitado y expuesto a que el “chiste “ de la consulta no salga bien.
El INE pide a la Suprema Corte que hable con el gobierno para solicitar fondos, pero la corte entre enojada y sorprendida le contesta “ahorita no joven”. Entonces el árbitro se remite al tiempo fuera, “por el momento no hay condiciones”, pone pausa, pero NO SUSPENDE EL JUEGO.
El presidente y su porra se instalan en “barra”, inmediatamente se lanzan al terreno de juego para linchar al cuerpo de jueces y la turba en versión orangutanes apedrea al autobús del INE. Eso si, la marabunta cuatroteista golpea e incendia sin siquiera cumplir el primer requisito impuesto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación; reunir tres millones de votos para encausar su petición de que sea válida y efectiva su demanda para la revocación de mandato. Peor, a los de morena no les dan las sumas, pues poco más de la mitad de las firmas son “chuecas”, de risa, pues hasta para juntar a los supuestos simpatizantes son malos.
Hay mucho de tragicomedia en esta carpa, un INE apegándose a las leyes, una Suprema Corte aplicando el sentido común y poniéndole frío al barullo morenista, un presidente furioso por enterarse que su poder es crudamente terrenal y su capataz el descafeinado Mario Delgado, queriendo pasar por el “pípila “ llamando a quemar el INE, y así, un desfile de gobernadores de ese partido que como niños de kínder deben repetir el estribillo de “INE malo, muy malo”.
Cierto, se me olvidaba que esta narrativa es muy fácil de comprar para una feligresía que rara vez entiende que la democracia tiene reglas que se deben cuidar y respetar, que así como el árbitro dio el triunfo al PRI, al PAN y ahora a MORENA, así se debe respetar lo que el juez señale, esa es la lección más sencilla de una herramienta que nos ha costado mucho llamada DEMOCRACIA.
No es regaño, es Picotazo Político
Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico 'Urbe de Hierro', transmitido por ABC Radio 760 AM de 4 a 5pm.
Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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