"El Tequio Barrio adentro", un sueño guajiro

SEGURAMENTE LOS PLANES Y PROGRAMAS QUE SE REALIZAN SIN EL CONOCIMIENTOS DE LA REALIDAD EN EL CAMPO SON INTENSOS Y TEÓRICAMENTE SON BUENOS PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS, PERO AL FINAL DE CUENTAS VAN A ENTENDER QUE EFECTIVAMENTE: “LAS BUENAS INTENCIONES CONDUCEN A LOS INFIERNOS” Y ESTO ES LO QUE AUGURAMOS AL PLAN “TEORICO Y SOÑADOR” DEL “BARRIO ADENTRO”.
 La jefa de gobierno de la Ciudad de México es sin duda una “luchadora social”,  desde hace muchos años, es una fiel consejera y militante al lado de AMLO, seguramente se ha ganado los puestos por capacidad y su inteligencia y ha sido bondadosa con sus gentes y se ampara en un buen equipo de acción política cuidadoso en que todo lo que se realice desde el poder se haga de acuerdo no a los demás intereses, sino a la visión del presidente, y esto la hace ser un gente ligada a sus intensos afectos y la ha colocado como una segura contendiente a la presidencia de la Republica.
No se piense que estamos en su contra, no, nada más alejado de la realidad, la respetamos y creemos que es un buen prospecto que tendrá muchas ventajas para competir porque lleva a su lado la sombre protectora del mero mero.
  No es sencilla su postura sobre todo en los casos que ahora despiertan la atención y el escándalo mundial en la Ciudad de México con las muertes y destazamientos de niños sicarios o ligados a la delincuencia organizada y para ello, no faltan los “teóricos” que se lanzan a buscar soluciones desde los escritorios y hacen sus planes por cuadrantes para, según ellos, entrar directamente a las casas de los jóvenes involucrados y plantearles apoyos y ayudas y protección y manejo de nuevos campos de empleo para sacarlos y alejarlos de los grupos de la delincuencia, sin pensar en que los grupos tienen todo el control real de casa por casa y de los barrios a los que ellos dicen cambiarán por arte de magia y de entregar apoyos y ayudas a los jóvenes y sus familiares para que cambien de bando y se porten bien… pues si chucha, la realidad es que no entienden lo que es la dependencia en las drogas y menos lo que es el brutal control de los grupos que manejan la delincuencia organizada y desorganizada de ese vital sector de la economía del narcotráfico, del tráfico de drogas y armas, de la prostitución, del robo, del contrabando y del mercado informal, no tienen pues idea de lo que es vivir en esos infiernos y de cómo en vez de ayudar, generarán, en muchos casos el detonador para que los jefecillos sospechen de posibles traiciones de los jóvenes y sus familias y se desatará la represión y mayor cantidad de asesinatos, es la única realidad que se tendrá a corto plazo, mientras, en vez de entrar directamente a atacar a los verdaderos jefes de los grupos a los que supuestamente los servicios de inteligencia de la capital ya tienen identificados y no nos explicamos las razones por las que siguen en libertad haciendo de las suyas y de las otras.
  Inyectar recursos para mejor el entorno de la vivienda pues es bueno y se alegran las vecindades y casas, pero con todo respeto, los encargados de levantar los censos y controlar a los grupos de tequio de barrio no podrán llegar más allá de donde los dejen porque no les mostrarán las zonas ni los centros de almacenamiento y venta, y sobre todo de control y de operaciones de los grupitos mafiosos que controlan la zona, si se atreven a pasar los límites pues ahí quedarán por los “accidentes” que se provocan en esos barrios y las balas perdidas y las confusiones en las vendettas. Seguramente los recursos les podrán llegar y se quedarán no para cambiar sino serán utilizados para reforzar su control y fuerza como sucede en muchos barrios donde la delincuencia controla ya hasta los recursos de los apoyos a viejos, estudiantes y mujeres y les cobran cada vez el “derecho de piso” para los jefes, no entienden los que hacen los planes alocados de la teoría de que la verdadera gente que sufre ahí vive, no se puede mover ni cambiar, que muchos de sus miembros están ligados a esos grupos y controlan a las mismas familias y es así que todos esos programas pues muy bien presentados para la publicidad pues resultan un verdadero fracaso en la realidad, pero en fin, al parecer los intentos por solucionar sin conocer el problema real les obliga a hacer sus pandeadas de siempre, y pues cuando se hacen pendejadas, los resultados son tragedias y fracasos.
  No entiendne que en muchas calles zonas y vecindades ni siquiera en grupo pueden ingresar los policías porque se desatan tragedias y guerras, así que ya nos imaginamos a los ·voluntarios del “tequio de barrio” llegar uniformados a esos centros y ser chamaqueados por las gentes que ahí viven y sufren la realidad que aquellos apenas les van a explicar y de cómo los sacarán de las tragedias y así no hay más que decir, choros y más choros para darlos a la publicidad política pensando en que la publicidad resuelve conflictos y problemas graves como lo que ahora se tienen que atender, y mientras no le entren a destruir a los grupos y las organizaciones mafiosas pues todo lo que se haga quedará para que se hable del programa pero sin servir para nada.
  Acabar con los grupos criminales implica el conocer y desmantelar a esos grupos y destruir sus canales de comunicación, de control, de surtimiento de drogas y armas, destruir los niveles de la prostitución y de terminar con los jefes y sus secuaces, de otra forma todo lo que se diga será simple palabrería, este tipo de problemática no se resuelve con programitas que dediquen recursos y tiempo a “convencer” a los posibles candidatos a la delincuencia en que se porten bien y que dejen su camino al mal, que sin más dejen las drogas y que sin mayor problema tendrán empleo mal pagado y sin atractivos para continuar en la vida, por esa razón muchos jóvenes piensan que es mejor arriesgar la vida y la libertad viviendo bien que muriendo poco a poco y en la pobreza y marginación como en la que se encuentran…