TRATADO EUROPEO

El ya añejo pero aún vigente tratado comercial firmado con Europa, en Portugal, en al época de

 Ernesto Zedillo, bajo el mando comercial de Herminio Blanco y Luis de la Calle tiene que ser reforzado, mejorado y actualizado más aún con las heridas que está dejando la pandemia. Aquí y en Asia al parecer los países deben estar preparados para superar la crisis por si solos o en grupo. Por supuesto destaca América del Norte. Pero en Europa es totalmente distinto desde la caída del muro de Berlín y la práctica desaparición del comunismo hasta la moneda única y el dilema del Brexit. Con todo esto el viejo continente le apostó a viajar de la mano, sin fronteras, con las mismas estrategias comerciales y el euro como moneda. Intentaron competir y vencer al dólar. Pero hay más alternativas de presión que salen al juego como los sube y baja del petróleo, o la competencia espacial y aeronáutica, el turismo y muchos otros factores que van moviendo la estabilidad de los países y más cuando deciden jugársela de manera integral. Hoy Europa está en grave riesgo. Su población está siendo vieja, el euro está fracturándose y el coronavirus, lejos de la merma emocional, ha dejado una franca necesidad de reacomodos políticos, sociales y económicos. Las deudas, el estancamiento, la migración, el cambio climático han desarrollado obligadamente cambios y es así Justo donde México debe aprovechar sus ventajas, desde recursos naturales hasta el tamaño de la fuerza laboral. Aquí tenemos que inyectar nuevos entusiasmos a los inversionistas, generar producción, riqueza y abrir mercados. Los chinos, geográficamente, están muy lejos. Estados Unidos podría entrar en recesión. Rusia parece no una buena opción. Africa continúa enfrentando hambre y éxodos humanos. Medio Oriente está creciendo por su propio impulso y America central y sureña con procesos de desestabilización por injusticias sociales y droga, mucha droga. Entonces tenemos la gran oportunidad y se ha sembrado y bien en administraciones anteriores fundamentalmente con dos accesos importantes en Europa: España y Francia. La pregunta es, al gobierno de la cuarta le interesa, ya vemos que ni a Davos vamos con fuerza, no empatamos con el G20, rompemos con la OEA por defender a dictadores, a punto de ser expulsados de la OPEP. amlo ha declarado de manera temeraria que la mejor política exterior es la interior, pero aquí adentro nos está rompiendo el radicalismo, la confrontación, la delincuencia y la austeridad provocada. Las inversiones directas extranjeras no están huyendo, las estamos corriendo como el caso de la cervecera en Mexicali y con temor las aerolíneas internacionales ven la imposición de Santa Lucía. Hoy el mundo no pierde tiempo. Los avances en ciencia y tecnología son impresionantes. No podemos permitirnos el lujo de quedar rezagados. Podremos o no? Y que conste que es pregunta.