DAVID GARAY

Durante mi estancia en RADIO TRECE tuve la oportunidad de abrir espacios de debate con

 personajes muy inteligentes, con tema libre y con amplia pluralidad. Uno de estos fue la Tertulia que luego continuamos en ABCRADIO. Recién iniciamos ese proyecto luego de un viaje por España, conocí a David Garay, quien había sido Director de Reclusorios del D.F. y había participado en dos decisiones importantes, retirar el “monopolio” que por años mantuvo un personaje en la distribución de alimentos al interior de las cárceles (un negociazo) y estuvo en el momento de la liberación de Arturo “el negro” Durazo acompañado por su abogado el penalista Juan Velàzquez. Más tarde fue nombrado Secretario de Seguridad Pública en la gestión de Oscar Espinosa Villareal, etapa en la que por instrucciones del presidente Zedillo fue removido del cargo por un toletazo que propinó un granadero a un “maestro” manifestante que pretendía llegar a Los Pinos aquel jueves 23 de Mayo de 1996. Si no mal recuerdo el regente estaba en ese momento en gira por Estambul y quién hizo pública la dimisión fue el vocero presidencial Carlos Almada. Guardo en la memoria una confrontación de David con Parricia Ruiz Anchondo, del PRD, cuando la activista reprochaba el que la policía no les permitía manifestarse en la vía pública atentando contra la libre expresión. David paciente la dejó argumentar y cuando intervino dijo “Patricia, por qué no explica usted al público cómo es que ustedes hieren el cuarto trasero de los caballos de la policía con pica hielos para tratar de derribar al jinete”. Como titular de Seguridad Pública estableció programas de reconocimiento por resultados, elevó el salario de los uniformados y creó un cuerpo de élite. David generoso, amable tenía un peculiar humor, muy ingenioso, sarcástico y observador. Supo compartir espacios públicos y privados con importantes núcleos de periodistas. Institucional, disciplinado y leal en la profesión. Abogado por la UNAM con postgrado en Londres, en lo privado era muy divertido, ocurrente pero como amigo sin condición alguna, entregado, interesado en las tareas de quién quería. Este próximo 29 de Mayo celebraría un cumpleaños más, el cáncer no se lo permitió. Enfrentó a la enfermedad con entereza, con valentía. Pude y fue un enorme privilegio hablar con David en sus últimas horas. Me honró al tomar la llamada. Platiqué con él y me mostró cómo siempre su cercanía, su sólida educación. Un enorme ser humano al que vamos a extrañar y necesitar. Quedó en agradecimiento por tantas historias, debates, sonrisas y pláticas que sostuvimos, en lo personal atesoro esos momentos.