DECLIVE

Nos acercamos a una celebración triste, la más triste en tiempos modernos de nuestra independencia. Los factores son varios empezando por una pandemia mal controlada que ha dejado más de 70 mil familias en la desgracia.

 Una virus que se alimentó en México de las pésimas políticas públicas, mentiras, manipulación y pifias del gobierno federal. Un “achatamiento” que nunca ha llegado y pronósticos lanzados a la opinión pública sin sustentos, fallidos e inaceptables. Una independencia empañada por el creciente número de asesinados, homicidios, secuestros y feminicidios con un registro nunca antes visto en el país. Un zócalo adornado por un águila impuesta por capricho desde el poder en sustitución del máximo emblema: el Escudo Nacional. Esa interpretación histórica que nos permite tener memoria e identidad, que ha convertido a nuestra bandera en la más hermosa del mundo y que hoy en esta terca alegoría de la Cuarta Transformación se trastocan los valores nacionales para dejar huella de la baja presencia de un gobierno arbitrario. Una ceremonia vacía de ànimo, en donde se venden más cubrebocas que banderas. Un evento que será virtual, sin convivencia ciudadana, sin juegos pirotécnicos ni verbena popular. Un día de honra nacional en que eso, el honor se lo están arrebatando a las Fuerzas Armadas. Hemos visto como nuestros soldados son humillados, jaloneados, escupidos y amenazados no sólo por el crimen organizado sino por grupúsculos cansados de agresiones, marginación y olvido. Ejército armando que ha sido enviado al sureste mexicano a contener a las caravanas migrantes luego de un sucio acuerdo con trump y en estos días con un evento innecesario de fuerza contra la sociedad civil en Chihuahua que en el primer impacto dejó una mujer muerta a tiros por la espalda. Observando extraños diálogos con la delincuencia, liberación de narcos y sicarios y atentados terroristas contra funcionarios público. Un país que ve su economía a la deriva, con un dólar elevado, una gasolina y combustibles carísimos, con desempleo que provoca angustia, con la obligación (aportación voluntaria) de los servidores públicos de regresar un 20% de sus ingresos a la federación, con inversiones estancadas. Una independencia que marca el radicalismo social provocado desde el poder pero que estimula que agentes extranjeros como un joven español incómodo en redes sociales participe de la degradación política con ataques y señalamientos a expresidentes de nuestro país. Una independencia en donde nuestros héroes son confundidos en hechos y apellidos, que son incómodamente utilizamos en manifestaciones políticas, que se les mezcla con guerrilleros Sudaméricanos, se les insulta acusándolos de recibir dinero irregular para sus causas al tratar de esconder la corrupción actual. Una independencia con rompimiento del pacto federal y la desaparición de la CONAGO, los ataques al INE y la ineficiencia de la CNDH, agresión contra los periodistas y sus empresas. Sí, será una celebración flaca, fría, ajena como nunca se había visto. Sólo festejarán “sus” triunfos los que continúan aplaudiendo al tabasqueño, “el segundo presidente más importante del mundo”. Pero lo mejor de todo es que estamos “requetebién” midiendo nuestra felicidad y participando de una rifa que nos hará ejemplo de grandeza en el mundo.

*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio mexiquense tv canal 34.2