Chispazo II

Pensé y escribí que la mal llamada reforma eléctrica podría acabar en chispazo, pero creo acabará en chispista. El mismo gobierno se está encargando de

contagiar el tema y enterrarlo. La visita del secretario de gobernación a la Corte, el evidente acarreo de personas para fingir fuerza social  y los discursos de Claudia Sheinbaum haciendo proselitismo e incondicional apoyo a las políticas de AMLO. Cuando Peña Nieto presentaba la propuesta de la Reforma Energética, la izquierda contestataria se dedicó a boicotearla y los líderes entonces del PRD “cercaron” al Senado para evitar los trabajos legislativos y entonces negociar políticamente la formación de Morena, y de eso sabe y bien Miguel Ángel Osorio Chong. Ahora AMLO vuelve a “sacar” a la gente a la calle, ya no para bloquear y motivar plantones, sino para presionar socialmente y ganarse un respaldo multitudinario, disfrazado porque la gente no va de manera voluntaria, sino a cambio de dádivas. Sheinbaum y Mario Delgado tendrían que informar los costos de tantos camiones alquilados para llevar a personas al Monumento a la Revolución. Ese es el cambio más visible, a las propuestas ajenas, el bloqueo, a las propias, el respaldo de utilería, la contratación de matraqueros y de gritones. La dinámica de la 4aT es enfrentar a grupos sociales en un blanco y negro, estas conmigo o eres mi enemigo. En las manifestaciones amlistas se presenta el “pueblo bueno”; a los de oposición van los pirruris, los fifis o los conservadores. Una política faldera. Preguntaría a los asistentes aplaudirles de la “reforma” si conocen los dictados constitucionales, si saben cómo se genera la energía y sus valores,  las negociaciones con John Kerry y los Estados Unidos, si entienden de las condiciones internacionales para las energías renovables. Tan poco informados están que en lugar de pronunciarse por las condiciones energéticas del país, la reunión promovida por Sheinbaum sirvió como plataforma para solicitar la continuidad de AMLO en la presidencia a través de un amañado y tramposo ejercicio de urnas del próximo domingo. De chispazo a chispita. Los cambios que requiere México no deben darse a través del griterío masivo en calles y avenidas. Los cambios tienen que ser profundos, serios, informados, dirigidos por conocedores en el tema (académicos, técnicos, científicos), y por políticos que piensen en el país no en la imposición de ocurrencias. Por estar contrario a las instituciones y al sistema AMLO, promovió y su grupo financió el plantón de Reforma con serias consecuencias económicas para miles de inversionistas y comerciantes establecidos. Y conforme se autonombró “presidente legítimo”. Sé demostró en su momento que las “adelitas” nada sabían de política energética. Hoy esos miles que cambian su dignidad por dádivas no podrían explicar las implicaciones del uso de residuos fósiles para generar energía. Díganos pues a la comunidad internacional que aquí los proyectos sustantivos se autorizan contando aplausos. Que el presidente decide el futuro del país de acuerdo a los que diga “su dedito”. Y que los legisladores de Morena, los que se quejaban de falta de espacios y del mayoritario priísta, hoy se mueven en masa a cambio de pactos, fuero, impunidad y resguardo político. Mario Delgado con todo y todo fue abucheado, le gritaban “traidor”. Epigmenio Ibarra lanzando consignas y Sheinbaum cargando lo que cree es la sepultura del INE. Ahí están las imágenes de seguidores de Morena repartiendo billetes a los que gritaban más. Y mientras el presidente, jugando béisbol, dijo “tirando la polilla” y el Secretario de Gobernación, luego de violar la ley, solo contestó en los túneles del Metro “así soy yo”. Y Ricardo Monreal amenizando con que defenderá al presidente “sin ningún regateo”.  Este jueves los ministros deberán mostrar su estatura aunque al presidente los llame “abogados laborales”.

CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135