¿Quién ganó?

¿Quién ganó en las elecciones de este domingo? Hay lecturas distintas, no solamente la que señalan los partidos políticos.

No ganó la alianza porque se tuvieron que reunir por perdedores y para echar montón. No ganó el presidente porque presumió paliza junto con sus incondicionales “influencers” que festejaban a priori la desaparición del PRI ante un evidente triunfo de las seis gubernaturas. No ganó Murat ni Fayad porque en la lectura más fácil perdieron la confianza de sus electores y exhibieron una negociación para sumarse a espacios dentro de la 4aT (preguntemos a Quirino Ordaz). No ganó Morena porque sus cifras son flacas ante su soberbia. Venían de perder la mitad de la CDMX y de nada valió que Sheinbaum se placeara intentando presumir músculo electoral que no tiene. No ganó el país porque la fractura política y social yo registro niveles alarmantes. No ganó la sociedad porque está enfrentada, porque vota a cambio de concesiones por dádivas, porque queda a merced de programas asistencialistas efímeros y vergonzosos. No ganaron las encuestadoras porque apostaron a quien pagara mejor sus presupuestos. No ganó la economía porque estos comicios son carísimos ante los resultados y participación y su injusta competencia ante ejercicios insultantes de consultas y sondeos callejeros de levantadedos. ¿Quien ganó entonces? A decir de varios organismos autónomos, académicos y políticos, el triunfador fue el crimen organizado, las bandas que con dinero sucio compran a rancherías y municipios con obra pública e infraestructura que incumplen los tres niveles de gobierno por pésima administración o corrupción. Personajes de la estatura de Porfirio Muñoz Ledo o del exembajador Ricardo Pascoe denuncian el “contubernio” entre el gobierno y el narcotráfico. Legisladores como Lilly Téllez emprenden acciones lárgales para abrir carpetas de investigación contra diferentes gobernantes, empezando por el presidente. ¿Quiénes creen que ganaron? Los acarreados, los miles y miles de familias que engañadas son botín de políticos sin escrúpulos. ¿Qué se espera? Conflictos y enfrentamientos en la antesala del 2024. Intercambio de acusaciones y exhibición de biografías sucias. Procesos de multiplicación de la violencia con más y más y más muertos. Fragilidad en la economía con fuertes desgastes en los bolsillos domésticos. Imposiciones y fuerza del Estado para emprender campañas propias de peleas de cantina. Veremos simulación de debates por el bajísimo nivel de los contendientes. Los ciclos de paz y concordia mostrados cuando el PRD ganó el D.F. o Fox la presidencia, procesos que llamaron la atención mundial por los cambios pacíficos y garantizados por un INE ejemplar, con una credencial de elector superior en ocasiones al mismo pasaporte como cédula de identidad, se han perdido por la avaricia de políticos de paso. Ya vimos que hasta en la consulta para la revocación/ratificación las trampas y mentiras fueron el quehacer cotidiano. Hasta las maniobras más descaradas fuera de la ley con miembros del gabinete ya fueron reservadas en su información, correspondiendo a un lamentable atentado contra la inteligencia de la población. Ya veremos cómo se fusionan hasta los opositores más  recios con tal de imponer una nueva modalidad: los gobiernos compartidos.  Tiempo al tiempo. 

CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv  canal 34.2 izzi 135 y mexiquenseradio