La brújula

De debate a "debatitis de esquina" y da la impresión de que ni informados, ni enterados del tema. Con este asunto de la Guardia Nacional

he escuchado todos los argumentos y están tan alejados del centro de la decisión que únicamente ofrecen como alternativa la confrontación y la pérdida de tiempo. Hoy por la mañana escuché incluso la idea de perfeccionar a la Guardia Nacional comparándola con grupos élite de seguridad como hay en Italia, Argentina y otros países. ¡Vaya disparate! Primero hay que reconocer que la Guardia Nacional es un fracaso. Segundo, no es comparable a otras naciones porque se presentan diferentes factores: terrorismo, golpes de Estado, tiranías… Tercero, debaten acerca de la posibilidad de integrarse a la Defensa Nacional y no se ponen de acuerdo ni en las misiones, ni en los operativos ajenos, tareas y responsabilidades constitucionales. Vamos, las autoridades de la Guardia Nacional han incumplido, desde su origen, ni siquiera en emitir reportes periódicos a los que están obligados. No sabemos si son soldados, paramilitares, policías de alto rango, grupo élite, guardianes callejeros o escudo antiinmigrantes. Ni ellos mismos conocen sus atribuciones en las carreteras federales. Lo cierto es que el gobierno ya no sabe qué hacer con ellos, pretendían que sustituyera al Estado Mayor, querían que enfrentaran única y directamente a los narcotraficantes, los enviaron a golpear a hondureños y salvadoreños en la frontera sur. Y por todo ello, en lugar de exigir claridad y respuestas los legisladores y partidos políticos se desgreñan por y en tonterías. Las Fuerzas Armadas, aunque parezca contradictorio por la seria de actividades que les han impuesto, en este sexenio han sido humilladas y menospreciadas. Incluso, según ellos, hasta los helicópteros se les caen por falta de combustible como en el caso de la captura de Caro Quintero. Así con uniforme al que le deben respeto y lealtad les ordenan bajar las armas para liberar a sicarios, asesinos a, y hasta capos. Aun faltando a sus obligaciones legales y constitucionales los obligan a respetar los derechos de los secuestradores y la consecuencia es que las comunidades los reciben y despiden a ellos, los uniformados, a pedradas y mentadas. No pueden detener a los "huachicoleros" pero si serán enviados a Qatar a “acompañar” a los aficionados mexicanos. En todo esto deberían de poner atención los políticos gritones no con amenazas de rupturas de alianzas ni defender a contrapelo la existencia de una Guardia carísima que ahora quieren de policía, o más grave, solo de protección al Ejecutivo. 

CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio