El pirómano

Volvieron aquellos tiempos cuando Hugo Chávez subiendo a la tribuna de la ONU anticipó que olía a azufre criticando

la presencia previa de George Bush. Al paso de los años Donald Trump arremete política, económica y militarmente contra Nicolás Maduro pero así de pasadita incendia a la Asamblea General del organismo pacificador.  En su discurso Trump intentó, fallando en telepronter, de transmitir su visión del mundo y la imposición de su ideología. Bastaron casi 60 minutos para rasurar al planeta autoelogiandose en sus políticas. Afirmó que Estados Unidos registra una edad de oro y habló nuevamente acerca de que él personalmente había puesto fin a siete guerras, algo que, temerariamente lo colocaría como merecedor del premio Nobel de la Paz. A su estilo fue severo contra la ONU y puso en duda el propósito pacificador de la organización, “no están a la altura” afirmó. Puntualizó que servían solo para escribir cartas enérgicas a las que no daban seguimiento. “Las palabras vacías no ponen fin a las guerras” advirtió. “Se supone que la ONU debe detener las invasiones, no crearlas ni financiarlas". El magnate reservó sus mayores señalamientos a sus aliados europeos (aún recién terminada una gira de Estado por el Reino Unido). Les llamó la atención por invertir en energías renovables y abrir sus fronteras a la migración. Con mirada retadora arengo: “Europa está en serios problemas. Ha sido invadida por una fuerza de inmigrantes ilegales como nunca antes se había visto... Tanto la inmigración como las ideas suicidas sobre la energía serán la muerte de Europa Occidental", evaluó. El cambio climático fue "la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo". Por ello se está cargando a los países europeos con costos elevados de energía en comparación con los combustibles fósiles. Fue radical contra el gobierno del Reino Unido por imponer nuevos impuestos al petróleo del Mar del Norte. "Si no se alejan de la estafa de la energía verde, su país fracasará", y apenas horas antes, en un festín que costó un millón de dólares pagados por la monarquía estrechaba la mano del Rey al grito de “es todo un caballero”. Más adelante dijo: “Amo a Europa. Amo a los europeos. Y detesto ver cómo la energía y la inmigración la están devastando. Este monstruo de dos cabezas lo destruye todo a su paso... Quieren ser políticamente correctos y están destruyendo su patrimonio". Vamos hasta le dio tiempo para meterse con la religión: “Protejamos la libertad religiosa", incluida la religión más perseguida del planeta en la actualidad: el cristianismo". Propuso que las naciones europeas tenían que dejar de comprar energía rusa, alegando que solo hacía dos semanas se había enterado de que algunas lo estaban haciendo. En relación a Ucrania afirmó que Estados Unidos estaba dispuesto a "imponer una ronda muy fuerte de aranceles poderosos" para poner fin al derramamiento de sangre dado que Vladimir Putin “no estaba dando buena imagen de Rusia”. Prometió que Ucrania podría recuperar territorio con el apoyo de la Unión Europea y la Organización para el Tratado del Atlántico Norte; no mencionó la participación de Estados Unidos. Para rematar, ante los atónitos presentes, cerró argumentando que  "Soy muy bueno en esto. Sus países se están yendo al infierno". Así el arrogante millonario les habló a los líderes mundiales. Así, sencillito...

CARLOS RAMOS PADILLA

*Conductor del programa VaEnSerio izzi 135 y radio mexiquense. Meganoticias, TVC