LA MANO QUE MECE LA CUNA 28-10-2014

sinpunto

Hay muchas maneras de hacer política en este país. Los liderazgos de barrios y colonias son eternos servidores de los políticos encumbrados. Por eso el PRI perdió la Ciudad de México, porque Oscar Espinoza Villarreal pensó que el Consejo Ciudadano pretendía competirle y ordenó su desmantelamiento. Le quito la plataforma sobre la cual se

desplazaba el partido que lo encumbró. Tampoco le intereso a Ernesto Zedillo Ponce de León porque no tenía el menor interés en fortalecer a su partido. Por eso en los pasillos y en los corrillos políticos los tricolores decían en broma que "el Presidente se sentía tan demócrata que estaba dispuesto a entregar el poder". Nunca entendieron que lo que afirmaban a manera de sorna era verdad, y decidió, o le ordenaron a decir de otros, la entrega de la Presidencia de la República al Partido Acción Nacional.

Los lamentables sucesos ocurridos en Iguala, Guerrero, han sido el detonante de muchas decisiones que mantienen en vilo al país, y a la opinión pública internacional con la atención puesta sobre México. Cualquiera diría que la ola de protestas por los estudiantes desaparecidos es un proceso natural, pero no es así, el problema tiene mucho de fondo y de trasfondo político. Hay alguien que necesita dinero y esa es la mejor manera de conseguirlo. La lucha por el control del Instituto Politécnico Nacional encuentra explicación en los recursos que le asigna el Estado. Entrar en un proceso de autonomía implica manejar recursos planeados y planificados por una organismo que no tiene que responder a las directrices ni a los controles del Gobierno Federal. Así, esos dineros públicos ejercidos de forma opaca y obscura pueden servir para estructurar una plataforma de lanzamiento a la Primera Magistratura del país.

No hay que romperse mucho la cabeza para determinar quién está detrás del manipuleo de las organizaciones que conformarán una de las movilizaciones de protesta más grandes de que se tenga conocimiento y memoria. Es el mismo que un día decidió incendiar pozos petroleros para retar a los aparatos de seguridad del Estado mexicano y probar y comprobar que la tibieza es una de las grandes causas de la merma de credibilidad y autoridad de las instancias gubernamentales. Ha sido un proceso que se desprende del ensanchamiento de las libertades ciudadanas y de la complicidad de presuntos organismos privados de derechos humanos que se han convertido en brazos operadores de la subversión social.

Andrés Manuel López Obrador necesita dinero para lanzar su tercera plataforma presidencial. Lo que le entra del Instituto Nacional Electoral solamente cubre los gastos operativos. Necesita ganar Presidencias Municipales para disponer de fondos en suficiencia y en ello pone empeño manipulando la movilización estudiantil nacional. De ahí saldrán las organizaciones de activistas para reforzar la presencia de su nueva expresión política. Por lo pronto, la autonomía del Instituto Politécnico Nacional es el principal objetivo, porque será el proveedor del combustible que requiere la maquinaria que estructura a lo largo y ancho del país. López Obrador Necesita dinero y la segunda institución con mayor prestigio en el país lo tiene en suficiencia. Finalizo con una pregunta: ¿porqué las instituciones educativas privadas no tienen sindicatos perniciosos ni porros? Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.