Comunitarios delincuentes

sinpunto

Muchos problemas género Ángel Aguirre Rivero al estado que mal gobernó durante los dos periodos en los que detento el poder, y no es que pretenda yo estereotipar al señor Aguirre como un mal, o un pésimo gobernante, el problema es que lo único que demostró, durante el tiempo que fue gobernador, fue un brutal cinismo para robar y malas decisiones para gobernar.

Independientemente de los problemas generados en las región de Iguala con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el crecimiento del crimen organizado alcanzo proporciones inusitadas, al grado que no existe un punto de comparación porque nuca como ahora se habían agudizado los problemas sociales, delincuenciales, estudiantiles, magisteriales y económicos. En su breve paso por la gubernatura situó a Guerrero en el último lugar del escalafón de la pobreza.

Uno de los más graves problemas que el señor Aguirre heredo a quienes lo han sucedido, es el de las policías comunitarias, esos cuerpos amorfos de hombres y mujeres armados que surgieron de la nada y que se apoderaron de varias regiones, villas y poblaciones del Estado de Guerrero. El señor Aguirre fue quien tuvo la idea de regularizarlos porque complementarían las labores de vigilancia de la policías del Estado, con lo que auguraba que los problemas delincuenciales tendrían que ir desapareciendo poco a poco, hasta llegar a un estado de tranquilidad en cada una de las regiones. Fue solamente un buen deseo, porque la realidad es que se enquistaron y sus principales liderazgos comenzaron a sentar sus reales en cada uno de los lugares que controlaban, y ya no tan solo vigilaban, también juzgaban y dictaban penas de cárcel y de trabajos comunitarios.

Los excesos no tardaron en presentarse, y quienes comenzaron a padecer fueron los habitantes de los lugares donde la ley de los comunitarios era mas fuerte que las leyes dictadas por el Congreso del Estado de Guerrero. La vida económica, legal y social fue regida por hombres y mujeres iletrados que resolvían los asuntos comunitarios basados en sus muy particulares intereses, y de acuerdo con su forma de dictar y aplicar la justicia. El caso más emblemático fue el de la señora Néstora Salgado, en Olinalá, donde su palabra era ley y sus multas estratosféricas condenaban a los que no alcanzaban a cubrir la cantidad fijada, a trabajos esclavizantes que violentaban todo tipo de ordenamientos legales.

Guerrero es un caos a causa de la incapacidad del Gobernador Rogelio Ortega. Michoacán es un caos a causa de la incapacidad de Salvador Jara Guerrero. Lo peor es que ambos provienen de las universidades estatales, con lo que se corrobora aquello de que "Zapatero a tus zapatos". El problema es que en Guerrero las presuntas guardias comunitarias están desapareciendo personas. Por eso Miguel Barbosa demanda desaparecerlas porque son bandas criminales encubiertas. Tarde lo acepta el perredismo en voz del señor Barbosa, porque todo se hubiera podido evitar si el interés de "Los Chuchos" no hubiera estado por encima del interés de Guerrero. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.