Las vicisitudes de Chuchos y Abarcas

sinpunto

No termina la crisis interna que vive el Partido de la Revolución Democrática. Aunque no lo quieran reconocer los integrantes de la corriente denominada "Los Chuchos", la debacle electoral del partido presenta dos frentes innegables: la conformación del Movimiento de Regeneración Nacional encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Para decirlo más claro, Andrés Manuel López Obrador les ha robado más de la mitad de la militancia y eso es grave, porque en el lugar donde comenzó el llamado "milagro de las izquierdas", la más rapaz se ha quedado con la mayor parte del territorio y de la representación popular.

Y no es que el tabasqueño les haya hecho la mala obra de despojarlos de su militancia, lo que pasa es que fueron ellos quienes le pusieron al partido y sus recursos en bandeja de plata. El problema de las izquierdas es que se acostumbraron a depender de sus caudillos y no saben qué hacer cuando de tomar decisiones sin ellos se trata. Primero fue Cuauhtemoc Cárdenas quien generó la crisis al alejarse de la dirigencia y de la candidatura presidencial, después sería el señor López quien les pago con la misma moneda. Ambos externos y no militantes de la izquierda. Ahora viene el señor Agustín Basave, desde fuera, para mandar desde adentro, y apoderarse de esas izquierdas sin rumbo por la carencia de probidad de "Los Chuchos".

A Carlos Navarrete le dio por afirmar que la desaparición de los normalistas ha sido el pretexto que ha utilizado el Gobierno Federal para "acribillar" al partido, por lo que reafirma su posición de que la Procuraduria del país determine la responsabilidad de militares, policías federales, estatales y municipales. Me parece que al señor Navarrete se le olvida que hace mucho tiempo fue enterado de las peripecias delincuenciales del señor José Luis Abarca, a quien su grupo político siguió apoyando porque así lo solicitó el Gobernador Ángel Aguirre Rivero por las "buenas" relaciones que mantenía con la señora María de los Ángeles Pineda.

Pero también al Gobierno Federal se le ha olvidado incluir en las pesquisas al señor Exgobernador quien tiene mucho que aportar para el esclarecimiento total del misterio que ha rodeado la tragedia que nos mantiene estacionados en Ayotzinapa desde hace un año. Tampoco han tocado con el pétalo de una declaración a José Luis Hernandez Rivera, quien puede explicar muy bien la forma en que los normalistas acostumbran delinquir por indicaciones de esos "guerrilleros de salón" que tanto daño han causado a Guerrero y al país. Ojalá tuvieran el valor que aquellos que en los sesenta decidieron confrontar abiertamente a las estructuras gubernativas desde el clandestinaje que les otorgaba la abrupta serranía entre la Costa Grande y la Tierra Caliente. Hay muchas cosas que "los Chuchos" debieran explicar a los militantes del Partido de la Revolución Democrática, a los mexicanos y a los guerrerenses, a quienes han gobernado durante diez desastrosos años. Así de simple. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.