¿Enjuiciar a presidentes?

Sin punto y coma
No sé de donde le salen tantas ocurrencias al Presidente de la República,
Andrés Manuel López Obrador, quien todos los días sale con una propuesta nueva para seguir cambiándole el rostro al país. Desconozco si tenga algún plan de gobierno porque hasta ahora las medidas que ha tomado han sido parte de la coyuntura política, pero no tienen metodología y muchos menos rumbo o dirección.
 
 
Tomar decisiones en el estado de exaltación que mantiene desde hace muchas semanas, podrían propiciar graves problemas en el futuro.
Mirar los defectos del pasado para tratar de construir el futuro nunca ha sido un camino eficiente, y por desgracia la costumbre del Presidente de la República es acudir al pasado para tratar de encontrar los razonamientos pertinentes para explicar ese futuro que a veces se antoja utópico y en ocasiones difícil de alcanzar por lo disímbolo de sus propuestas, pero más que nada, por las conclusiones fuera de la realidad que coloca sobre la mesa de las discusiones.
Ahora salió con una propuesta que desde luego hizo levantar las cejas a los especialistas del derecho constitucional, porque si el pueblo lo quiere, con la sola modificación de un artículo de la Constitución podría enjuiciar y hasta encarcelar a esos que en el pasado reciente se dedicaron al hurto de las arcas públicas, pero sobre todo, a los expresidentes de la República, a esos que ha acusado de todos los males habidos y por haber para justificar sus propias estrategias de gobierno.
Hasta ahora ha logrado obtener el beneplácito de muchos de sus principales seguidores y colaboradores más cercanos, aunque algunas veces la ignorancia haga presencia. El Presidente de la República no es abogado constitucionalista, pero es de sentido común entender que para hacer algo que afecte a los demás se requiere consultar el marco normativo del país o de cada uno de los estados, y por desgracia no lo hizo para lanzar otra de sus apresuradas propuestas de momento.
Andrés Manuel López Obrador se aventuró a proponer que con la modificación de un artículo de la constitución, y si el pueblo lo quiere, se podría enjuiciar a los expresidentes del país. Claro que no es abogado, pero antes de hacer una propuesta de ese tipo debiera pedir consejo a los especialistas para no cometer una pifia mayor. Su ignorancia lo pone en evidencia, y creo que después de catorce años para conseguir terminar su carrera, nunca entendió que “en boca cerrada no entran moscas”.
 
Lo más grave es que seguramente desconoce aquella disposición constitucional que establece que “”a ninguna ley se le dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”, y eso quiere decir que aunque los legisladores modificaran las leyes para satisfacer sus apetitos personales, dicha modificación solamente aplicaría para juzgar a los expresidentes a partir de su gestión, y no de las anteriores.
Apagar incendios no es lo suyo, por el contrario, los ha avivado desde hace muchos años, pero ya es la hora de que se serene.
Al tiempo.
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