El México Imaginario

Sin punto y coma 
El vendedor de ilusiones llego para quedarse. El problema es que quienes se
encargaron de realizar los preparativos para la fiesta cívica en la que el oriundo de Macuspana detallaría al país del estado que guardan las finanzas públicas, llevaba un letrero que reseñaba un Tercer Informe, lo que habla del extravío de quienes desde el poder se asumen como brillantes estadistas a la vez que cometen garrafales errores que los sitúan en la dimensión en que el vulgo ha comenzado a referirlos.
Andrés Manuel López Obrador no cumplió ni con el protocolo ni con él primer informe de gobierno que resultó una serie de relatos de éxitos que parecieran haberse presentado u ocurrido en un país distinto, o en el México imaginario que muchas veces relato en sus discursos el hombre que ahora ocupa un lugar en el Palacio Nacional. La realidad es que nunca los malos augurios se presentaron ante la poca capacidad de un equipo que cada día da muestras de una brutal ineficiencia.
Fantasioso como siempre, terminó refiriéndose al ese pueblo feliz que solamente cabe en su imaginación y en sus discursos, porque el flagelo del hambre sigue latente en muchas comunidades a lo largo y ancho del país, y que hasta ahora no han sido incluidas en los listados de apoyos sociales que se siguen utilizando para justificar gastos que en realidad están haciendo para mantener la cooptación de grupos que se mueven entre la pobreza y la indigencia, y que están siendo enlistados para elecciones venideras.
Esa felicidad que socarronamente describe el Presidente en sus discursos no son más que una mascarada para seguir manteniendo una mentira que a fuerza de ser repetida mil veces terminará por convertirse en una irrefutable verdad. Así es como ha crecido la mal llamada Cuarta Transformación, a base de mentiras repetidas una y otra vez hasta que son asumidas como verdades completas por quienes se adhieren a ese amorfo movimiento ahora hecho gobierno y que cada quien utiliza como mejor le conviene.
 
La pantomima de todos los días en las conferencias mañaneras no han sido más que un recurso para hacer opinión pública mintiendo, y sobre todo para ocultar las deficiencias que se presentan recurrentemente en un gobierno sin rumbo ni dirección, lo que ha propiciado un verdadero caos en la toma de decisiones, pero sobre todo, en los pésimos resultados en cada una de las áreas de las distintas dependencias del nuevo gobierno que hasta ahora parecieran caminar hacia el caos.
Sin lugar a dudas, y al paso que va al mal llamada Cuarta Transformación, no tardará mucho en que se den a conocer cifras verdaderas que muestren esa lamentable realidad que agobia e impacta en los sectores más pobres del país. Como señale en líneas anteriores, una mentira repetida mil veces se puede convertir en una irrefutable realidad, pero también alguien señaló que las mentiras por su propio peso caen, y las de la mal llamada cuarta transformación están cayendo por racimos. 
 
Al tiempo. 
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