El derecho a la información

El derecho de acceso a la información no es otra cosa que el derecho que tenemos los mexicanos para buscar y recibir información de las esferas públicas de los tres ordenes de gobierno y de los organismos paraestatales o de cualquier giro que reciba fondos gubernamentales. Este derecho es
fundamental para el desarrollo pleno y la viabilidad de una democracia como hasta ahora la hemos venido construyendo. Hasta hace pocos años no era más que una simple aspiración, aunque ahora sea una realidad amenazada por el autoritarismo encarnado por el presidente Andres Manuel López Obrador.

Hasta ahora ese derecho es una prerrogativa de todos los mexicanos, sin importar edad, sexo, condición económica, religión, orientación sexual, condición social, nacionalidad, etnia, discapacidad, o alguna otra característica física, intelectual, profesional o patrimonial existente, y deberán ser informados acerca de lo que realiza el Estado Mexicano en todas sus dependencias e instancias paraestatales, porque también es un mecanismo de rendición de cuentas por parte del Estado Mexicano.

Si mal no recuerdo al inicio de su gobierno, Andres Manuel López Obrador señaló enfáticamente que todo sería transparente y que los mexicanos tendríamos acceso a la revisión de cuentas para saber en lo que se estaba gastando, porque ese dinero es del pueblo. Pero como siempre ocurre, muy pronto se le olvidan las cosas que promete cuando de cumplir se trata. Hasta ahora la rendición de cuentas alegres que todos los días señala en sus conferencias mañaneras el Presidente de la Republica sigue siendo una falacia, que no es más que el engaño o la mentira que se esconde, cuando se pone de manifiesto su falta de verdad.

En sus dos primeros años de gobierno, Andres Manuel López Obrador ha puesto bajo llave la información referente a sus principales proyectos, y esa circunstancia ha marcado hasta ahora el desarrollo de su administración. El ejemplo mayor de su opacidad es el ocultamiento referente a la construcción del Tren Maya, así como los datos económicos de la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía. Ni que decir de la compra de vacunas para el coronavirus, o los datos reales del número de víctimas que ha provocado la pandemia por el uso de heparina sódica en un hospital de Pemex.

Ni que decir de la información acerca de la tragedia de Tlahuelipan, el destino del avión presidencial y la rendición de cuentas de la presunta rifa, pero eso si, lanzó la amenaza de presentar una iniciativa de ley para desaparecer las reservas de información que permite la Ley de Transparencia. Pero eso si, ha sido enfático en desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia e Información con la promesa de que se entregue la información en setenta y dos horas, y quien no la entregue o proporcione sería sancionado. Mentira tras mentira, porque ahora ya conocimos su verdadero rostro al ocultar hasta por cinco años la información de los gastos de sus proyectos prioritarios.

Hace poco anunció que prepara una reforma administrativa para que los organismos autónomos sean absorbidos por las dependencias federales, lo que significaría la desaparición de los equilibrios administrativos y la rendición de cuentas por parte del Gobierno Federal. Sin lugar a dudas la dictadura está a la vuelta de la esquina, y la única oportunidad que tendremos los mexicanos de revertir esta grave concentración de poder es la elección intermedia, donde los ciudadanos de este país nos jugaremos el todo por el todo. Si gana Morena, podemos dar por perdido todo lo que hemos logrado en avances democráticos. Así de simple, los mexicanos de todos los rincones del país tendremos la posibilidad de detener la ola destructiva del Presidente, o prepararnos para la pobreza y la miseria como ocurre en Venezuela. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.


Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.