El oscurantismo de AMLO

Al Presidente nunca le ha gustado que lo cuestionen. Nunca se ha podido acostumbrar a la rendición de cuentas. Hasta ahora guarda en secreto la disposición de enormes cantidades de dinero simplemente porque no quiere que los mexicanos sepamos en que los gasto. Nunca dijo cuánto gasto en

sus campañas permanentes y durante muchos años se la paso diciendo que la gente lo apoyaba económicamente. Con esa mentira recorrió el país y gasto dinero como nunca antes nadie lo había hecho para mantener vivo el activismo y la siembra del odio en todas las latitudes del suelo patrio, que finalmente lo llevaron al poder.

Nunca rindió cuentas a la autoridad electoral. Nunca dijo de dónde salió tanto dinero para organizar hasta cuatro mítines por día en sus recorridos. Nunca tuvo problemas económicos porque siempre se amparaba señalando que la gente le aportaba el dinero para seguir con su eterno activismo. Y la única explicación que podemos dar a ese fenómeno es que hubo organizaciones delincuenciales a las que ahora favorece con una brutal impunidad, que seguramente fueron las principales fuentes de ese financiamiento, además de los considerables hurtos que en su momento encabezaron Marcelo Ebrard Casaubón y Mario Delgado cuando construyeron la Línea 12 del Metro.

Desde que llegó al poder ha blindado la disposición del dinero público, ese que sigue utilizando no para mejorar las condiciones de más de diez millones de mexicanos que han engrosado las filas de la miseria, sino para disponer de manera personal del dinero que aportan los mexicanos de todas las latitudes a través del pago de impuestos. Para decirlo con todas sus letras, el señor Presidente de la República piensa que es dueño de este país y que puede hacer lo que le venga en gana con el destino de los mexicanos simplemente porque cuenta com una mayoría parlamentaria que está dispuesta a satisfacer sus más recónditas aspiraciones de convertirse en un tirano.

Si hay algo que podemos señalar con precisión, es que poco le importa el destino de los mexicanos mientras mantenga su capacidad de hacer lo que le venga en gana porque los títeres que integran su mayoría parlamentaria nunca osarían contradecirlo, o al menos hacerle un llamado de atención para que tenga piedad por esos niños con Cáncer a los que ha condenado a muerte porque decidió utilizar los recursos etiquetados en sus programas sociales para incrementar su base de adeptos. Hoy la pandemia mantiene en vilo al país a causa de la tercera ola que está resultando más agresiva, pero lo más grave es que no existen medicamentos porque al inquilino de Palacio no se le ha legado la gana comprar.

Para decirlo más claro, se ha convertido en un genocida pasivo, y poco le importa el destino de esos desgraciados porque su mendicidad lo lleva a colocar como su principal finalidad sus bastardas ambiciones de transformarse en un dictador y tirano como lo han hecho la mayor parte de los gobernantes populistas del hemisferio. Ni que decir de la crisis de violencia en este su tercer año que hasta ahora alcanza más de treinta mil homicidios sin que hasta ahora se haya preocupado por ello. En sus ansias de alcanzar el poder, seguramente pacto com las organizaciones criminales como mucho se ha dicho y escrito, esas que ahora tienen ““patente de corso” para hacer lo que les venga en gana en cualquier lugar de este otrora maravilloso país.

Lo peor de todo es que ahora tiene una nueva fijación, y no es otra cosa que destruir al Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Datos Personales, porque eso le permitirá el oscurantismo administrativo para no rendir cuentas del dinero público y que los mexicanos no nos enteremos en que se gasta nuestras contribuciones. De llegar a ese extremo, mucho lamentaremos los mexicanos haberlo elegido, porque el siguiente paso será el establecimiento de un gobierno dictatorial como el que encabezan sus amigos en Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Colombia. La democracia está en riesgo, porque ahora va por suprimir no tan solo al Instituto Nacional de Acceso a la Información, también al Instituto Federal Electoral. Así de simple nuestra circunstancia en el futuro inmediato. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.