Fuera máscaras en Palacio

Como se dice literalmente, tiraron la casa por la ventana. La opulencia se hizo presente y el discurso de la austeridad

se convirtió en añicos. No cabe la menor duda, el cinismo del habitante de Palacio Nacional ha sido puesto en evidencia, y por desgracia lo han visto la mayoría de los mexicanos en todas las latitudes del país. Hágase su voluntad en los bueyes de mi compadre, pero ahora los mexicanos de todas las latitudes han observado con azoro que lo que tanto se dijo de la riqueza que se ha robado la familia presidencial, es real.

Fuera mascaras dice el adagio popular, la desverguenza del inquilino de palacio ha sido la tumba del prestigio del que siempre se enorgullecía, porque ahora todos los mexicanos sabemos de qué pie cojea la familia presidencial, y por supuesto que habrá quienes tengan que pagar por todo lo que han hurtado, robado y sustraído de los recursos económicos de todos los mexicanos. Para decirlo más claro, Andrés Manuel López Obrador ha dicho “Fuera Máscaras”.

El hijito más querido y apreciado ha sido el que ha dado la principal muestra de la desfachatez presidencial, que ahora tendrá que dar cuenta a la nación de la considerable riqueza que el habitante de Palacio Nacional ha dispuesto para que su descendencia no pase agobios cuando tenga que dejar el poder. Si en este país existe la justicia, una vez que deje el encargo presidencial el señor Andrés Manuel López Obrador tendrá que enfrentar a los tribunales por todos sus hurtos cometidos.

La cantaleta mañanera de que al parecer la ahora esposa de “Andy” tiene dinero, ha sido una mascarada más de este gobierno que hasta ahora detenta el campeonato mundial de la corrupción. La evidencia la conocemos muy bien los mexicanos de todas las latitudes, y los tribunales y las nuevas autoridades de la impartición de justicia tendrán que obrar en consecuencia.

Insisto, si en este país existe la justicia, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, tendrá que responder no tan solo por los delitos y los excesos que ha cometido con la disposición de los caudales públicos que por ley pertenecen a los mexicanos, porque además los delitos que ha cometido son considerados como graves.

La ocasión en que se atrevió a decir: “y no me vengan a decir con que la Ley es la Ley” pintó al presidente de la República en su exacta dimensión, como uno más de los tiranos del populismo latinoamericano que hasta ahora ha destrozado a las democracias del Continente Americano, y habrá que recordarle que en México el que la hace la paga. Falta muy poco para que esto ocurra. Así de simple. Al tiempo.

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.