El desestabilizado emocional que cobra como presidente de la República, y que se llama Andrés Manuel López Obrador,
ha dado una muestra más de su mendicidad personal al pretender imputar la serie de epítetos que le han endilgado los guerrerenses a causa de su estupidez de no haberlos alertados desde que el sistema meteorológico de Estados Unidos le avisara, dieciocho horas antes de que ocurriera el desastre.
Sin lugar a dudas la decencia y caballerosidad del exgobernador del Estado de Guerrero, Héctor Astudillo, le ha dado una muestra de civilidad al presidente de la Republica. Ese sujeto que le falta el respeto a todos los mexicanos, pero que cuando se siente ofendido sale a realizar señalamientos convirtiéndose en el mártir de las imputaciones que se le hacen desde las filas de los conservadores que se afanan par lastimar la investidura presidencial.
Si alguien ha ensuciado la investidura Presidencial es el propio Andrés Manuel López Obrador, quien desde luego ha hecho de las mañaneras un púlpito en el que todos tienen que entender que quien tiene la razón es el inquilino de Palacio Nacional, y si lo contradecimos le da por tacharnos de conservadores y de pretender dañar su gobierno. Nadie más que él ha sido el que ha dañado ese galimatías que él piensa que es gobierno.
Su gobierno está lleno de ladrones Señor presidente, comenzando por usted mismo que se ha convertido en el mago más afamado para la desaparición de los recursos públicos, y lo que no ha entendido es que una vez que usted deje el encargo que en mala hora le entregamos los mexicanos, le haremos pagar toda la destrucción que ha causado en todas las latitudes del país.
No crea que por ser un expresidente lo vamos a respetar, por el contrario, le vamos a cobrar todas las afrentas y el desastre de país que nos va a dejar, porque si de algo podemos tener la seguridad es que quien logre sucederlo tendrá muchos problemas en materia de impartición de justicia, porque las denuncias se contarán por millones, porque los mexicanos estamos acostumbrados a cobrar todas las afrentas, y por desgracia para usted, no faltarán quienes quieran verlo en la cárcel. En lo personal, yo mismo, se lo anticipo, que publicaré un libro acerca de todos los hurtos que usted ha realizado del dinero de los mexicanos.
No señor presidente, no nos vamos a olvidar de todas las afrentas que usted nos ha hecho día a día, y mucho menos que ha dilapidado nuestros caudales como si fueran de su pertenencia. Y si algo no vamos a olvidar, es la muerte de los niños con Cáncer por su mendicidad de no comprar los antivirales, condenándolos a una de las más dolorosas muertes. Si algo puedo decir acerca de su estúpido gobierno, es que usted y muchos de sus colaboradores, debieran ser no tan solo incriminados, sino aplácales la pena máxima, es decir, la cadena perpetua. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.