EL DISCURSO DE LA DIFERENCIA

sinpunto

Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador es uno de los políticos que mayores recursos tiene para reinventarse y seguir vigente después de haber perdido en dos ocasiones la Presidencia de la República. Quienes piensen o consideren que el tabasqueño está muerto políticamente hablando, tendrán que darse de topes contra la pared cuando constaten que ha comenzado a subir en las preferencias electorales una vez que alcance el registro de Morena como partido político.

Que en Hidalgo haya ocurrido una eventualidad que lo marginó de alcanzar el número de participantes en la asamblea, no quiere decir que vaya a fracasar en las demás entidades federativas. Sus seguidores siguen siendo muchos y están en todos lados, sobre todo entre la población adulta que es su mayor y mejor mercado.

El radicalismo de su posicionamiento en torno a la reforma energética no es nuevo, siempre ha sido igual, pero ahora lo explotará más porque tiene que marcar la diferencia. Experto en las reglas del antagonismo, siempre ha sabido elegir muy bien a sus contrincantes para confrontarlos y mantener presencia en la conciencia colectiva estableciendo sus propias reglas, e intentando que los demás jueguen en el terreno que más domina: la diatriba, el desgaste y la denostación. Hasta ahora se sigue manteniendo como el político más caro en la historia del país, porque ha utilizado infinidad de recursos públicos para alcanzar sus propósitos, pero como señalé en líneas anteriores, tiene una capacidad infinita para reinventarse y que amplios sectores poblacionales lo sigan cobijando después de tantos años.

Solicitar al Presidente Enrique Peña Nieto que de motu proprio realice una consulta a todos los mexicanos en torno a la posible aprobación de la reforma energética fue otro más de sus conocidos desplantes porque sabía que no alcanzaría su propósito, pero desde luego que el silencio administrativo le ha dado los motivos discursivos en suficiencia para marcar la diferencia con el Primer Mandatario, a quien ahora acusará de pretender vender el patrimonio nacional a espaldas de todos los mexicanos. Sus recursos retóricos siguen siendo efectivos para los sectores poblacionales empobrecidos y que lo observan como el único que pudiera sacarlos de su ignominia.

Su llamado a la desobediencia civil para el caso de que se intente aprobar una reforma energética sin el consenso de la gente, que al final de todo es como debe hacerse porque en este país elegimos a nuestros representantes populares y depositamos en ellos nuestra soberanía personal, es otro de sus ensayados recursos. Ya lo hizo hace cerca de quince años en el municipio de Emiliano Zapata, en Tabasco, y le dio resultado. Llamar a Enrique Peña Nieto a que diga si tiene un pacto con los empresarios para disponer de los recursos petroleros del país es una muestra más de esa capacidad de seducción de que ha hecho gala para enganchar a los pobres en ese proyecto que sostiene desde hace algunos ayeres. Insisto, quien piense que López Obrador anda extraviado, no entiende de política y ni siquiera de su capacidad para reinventarse. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.