EL PACTO PRD PEÑA NIETO

sinpunto

Sin lugar a dudas los operadores políticos del Presidente Enrique Peña Nieto han seguido haciendo su trabajo para evitar que las alianzas que han permitido construir leyes a partir de las coincidencias se terminen. El mejor indicativo de esto es el posicionamiento del Coordinador de los Diputados del Partido de la Revolución Democrática, Silvano Aureoles Conejo,

quien señaló que los legisladores de su partido y los del Partido revolucionario Institucional han coincidido con las propuestas de modificaciones a la mal llamada reforma hacendaria que proponen, las cuales oscilan entre 23 y 25 cambios, y de los que algunos son solamente de redacción. Pero también hay que dar crédito a los moderados del perredismo que evitaron que su partido se aislara y entrara en un laberinto sin retorno, con lo que condenarían al país a esperar seis años más para intentar modernizar su miscelánea fiscal.

Las cúpulas del perredismo decidieron no seguir haciendo el juego al panismo para evitar polarizar al partido, ya que en poco tiempo entrará en la dinámica de las campañas internas para determinar quiénes lo conducirán en los siguientes tres años, y encabezará los esfuerzos para reposicionarlo en la elección intermedia. Para decirlo de otra forma, a los actuales dirigentes no les conviene el aislamiento porque propiciarían el crecimiento de las falanges radicales, cuyos integrantes resultaron fundamentales para la permanencia en la Ciudad de México, de los miembros de la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

Lo que tampoco quieren es que se sigan empoderando, porque ello les significaría la posibilidad de que Marcelo Ebrard Casaubón se alzara con el triunfo y por consecuencia con el control de las candidaturas para la elección intermedia, con lo que no habría poder humano que le evitara ser candidato en el 2018. Los enemigos del perredismo están dentro del partido y no en la competencia con las otras fuerzas políticas del país, y lo entienden a cabalidad, de ahí que encontrar coincidencias con los tricolores se haya convertido en una razón de sobrevivencia y por ello han moderado sus posicionamientos ideológicos a efecto de acercarse al centrismo, adoptado por Enrique Peña Nieto como una estrategia para parecerse a los demás y alcanzar puntos de coincidencia en las negociaciones.

Lo que al inicio del sexenio le valió a Gustavo Madero para fortalecer su posición dentro del Comité Nacional del panismo, es lo que ahora le sirve a los actuales dirigentes del perredismo para detener a las falanges radicales con las que se ha asociado Marcelo Ebrard para evitar el crecimiento de Miguel Ángel Mancera Espinoza, quien será el candidato de Los Chuchos hasta en tanto no surja alguien con un crecimiento en suficiencia como para dejar de lado a ambos personajes. Enrique Peña Nieto sigue haciendo lo que bien sabe para mantener la posibilidad de cambiarle el rostro al país con reformas que le otorguen viabilidad al crecimiento que ofreció en campaña, y pondrá todo de su parte para seguir en la misma tónica. Ahora con el Partido de la Revolución Democrática, pero no descarta hacerlo después con el Partido Acción Nacional si hacen a un lado a Ernesto Cordero, y revivir el Pacto Por México. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.