Enrique Peña Nieto supo que para ganar tendría que arriesgarlo todo. Por eso surgió el Pacto Por México, por la necesidad de encontrar comunión con los demás y edificar a partir de ello un país para los siguientes veinte años. Lo entendió y convenció a sus adversarios de la necesidad de establecer nuevas bases para el desarrollo. Enrique Peña Nieto decidió hacer lo que ningún
Presidente de la República en los últimos treinta años: Negoció lo que tuvo que negociar, cedió y concedió lo que tenía que ceder y conceder. Las Reformas Estructurales son ahora una realidad.
También hay que decir que el acto de publicación de la reforma energética en Palacio Nacional dio término a la pausa de la negociación, y marca el inicio de la competencia para las elecciones intermedias y lo que deberá ser la lucha sucesora en el quinto año de gobierno. Enrique Peña Nieto dio a conocer el México que quiere construir en los siguientes años. Lo dijo claro y fuerte y anunció diez medidas de corto plazo para poner en marcha las reformas, principalmente la energética, que deberá convertirse en el detonante de todo el proceso de reconfiguración de la economía para los siguientes años. Pero también dio el banderazo de salida para todas las fuerzas políticas.
De ahora en adelante el reloj del mandato del señor Peña Nieto operará en sentido regresivo, y el tiempo puede resultar fundamental o fatal para la consolidación de su proyecto de país, o para que su partido pierda las posiciones mayoritarias que alcanzó en la pasada elección. Son muchos los rubros que integran lo que tiene que ser el mapa de la recomposición de los procesos económicos para generar ese crecimiento al que tanto hemos aspirado en los últimos años, y vuelvo a repetir, el tiempo opera en contra del Presidente Peña y su Partido. A mitad del año venidero habrá elecciones para la renovación de la Cámara de Diputados, pero también habrá competencia por las presidencias municipales y algunas gubernaturas.
Lo previsible es que los procesos electivos resulten crudos y difíciles. El discurso opositor será feroz y salvaje. Si hay mejoría económica en el primer semestre del año venidero el camino resultará menos difícil. Si este no favorece a los tricolores, los previsible es que las oposiciones avancen con todo y lo disminuidas que están en este momento. El problema para el PRI es que la gente no guarda memoria de los probables beneficios y vota de acuerdo a lo que siente en su bolsillo. Insisto, si hay mejoría económica el PRI ganará sin duda. De no haberla, el Presidente Peña tendrá que lidiar con una Cámara de Diputados de oposición. Por eso era vital sacar las reformas estructurales en los primeros dos años de gobierno. Con todos esos avatares, la ventaja es que el proyecto de largo plazo está asegurado. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.