El campo y Cimac

SINGLADURA

Hace tiempo sabemos que el campo mexicano anda mal. No hay ninguna novedad en ello. Pero ahora nos enteramos de que puede ponerse peor la situación para los campesinos y en consecuencia para todos los mexicanos.

 

Esto a propósito de la renegociación o restructuración que se avecina del Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLCN), que impulsa el bisonte que habita hoy día en la Casa Blanca.

En una charla con el ex diputado cenecista, Abraham Montes, un ingeniero agrónomo nacido en Chihuahua, nos hace ver que entre 1994 y el 2015, México ha pagado al extranjero por la compra de comida o alimentos casi 358 mil millones de dólares, una suma ingente desde cualquier punto de vista y cálculo.

“Usted cree que no hubiéramos podido hacer producir el campo mexicano para resolver esta cantidad de alimentos que necesita la nación y que habría sobrado para exportar”, plantea Montes durante una conversación, en la que también nos da cuenta de la reciente fundación de una nueva organización agropecuaria denominada  Campesinos Innovadores e Independientes de México, Asociación Civil (Cimac, conforme a sus siglas).

Montes pide una explicación sobre por qué hubo que comprar más de 350 mil millones de dólares durante la vida del Tlcn, que pronto será renegociado entre sus socios conforme una demanda de Donald Trump.

Con 350 mil millones de dólares hubiéramos podido hacer producir el campo mexicano para resolver esta cantidad de alimentos que necesita la nación y habría sobrado para exportar, sostiene Montes, quien a través de Cimac pretende impulsar un cambio del modelo de atención del gobierno al sector agropecuario nacional.

Según Montes, se trata de acometer al menos tres “reingenierías” en el aparato del Estado, entre ellas una de orden institucional, que tiene que ver con la modificación programática y administrativa de dependencias como Sagarpa, Reforma Agraria, la Fira, y otras.

Una segunda reingeniería es de orden jurídico que tiene que ver con la modificación de las leyes relacionadas con el campo mexicano, como la ley agraria, de agua, crédito, y de agricultura sustentable. Hay 92 leyes en este momento que aplican para el campo mexicano.

La tercera reingeniería es la presupuestaria que tiene que ver con un nuevo modelo de presupuesto para el campo donde se focalice hacia las actividades productivas del sector, que evite los subejercicios,  que se eviten las duplicidades y que se permitan los presupuestos multianuales para procesos de mediano y largo plazo y el nivel de transparencia para ejecutar esos presupuestos.

Según Montes, estas son las razones por las que “tenemos que trabajar por la sociedad al margen de partidos”. Después de todo, argumenta, “El hambre no tiene partidos, la desigualdad no tiene partidos, la pobreza no tiene partidos, la exclusión no es un asunto de partidos, los bajos ingresos de campesinos no es un asunto de partidos, la migración no es un asunto de partidos, la migración no es un asunto de partidos, la corrupción no es un asunto de partidos.”.

Esto “tenemos que resolverlos como sociedad. y lo tenemos que reclamar al gobierno”.

Por eso “el Cimac es una figura de la sociedad y no de los partidos. Ese es el espíritu de nuestra organización y es lo que nos hace diferentes a otra organización”, afirma. Veremos.

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