Estrena México la acuamación

En víspera de la reciente efeméride nacional por el Día de los Fieles Difuntos, también conocida como el Día de los Muertos, nos 

 enteramos del lanzamiento en México de la acuamación. ¿Qué es? Pues nada menos que un proceso, totalmente novedoso en México y 100 por ciento amigable con el medio ambiente, a través del cual se reintegra el cuerpo humano a la Madre Tierra.
“Seguimos innovando”, me cuenta el director de Operaciones de Gayosso, Alejandro Sosa, durante una charla en la casa matriz de esta agencia funeraria fundada hace casi 150 años y que hoy día ofrece “cosas que nadie más puede ofrecer en México”.
Sosa explica que la acuamación es la hidrólisis alcalina, una tecnología mediante la cual “aceleramos el proceso de degradación natural de un cuerpo a base de agua, a base de temperatura y de elemento alcalinos”.
Al cabo de seis horas, el tiempo que consume el proceso, que incluye un ritual en una sala del último adiós, los deudos reciben las cenizas del ser querido. “Son cenizas más puras y más limpias porque no hay agentes patógenos” asociados a las causas de la defunción. Además, se trata de un residuo “sumamente nutritivo para la tierra. Como seres vivos somos nutritivos para la tierra”, expone Sosa.
De manera similar como ocurre en la cremación, las familias reciben una urna con cenizas que pueden depositar donde decidan, plantar en un árbol, o lanzarlas a las montañas o el mar.
El procedimiento tendrá un costo hasta 15 por ciento menor a la cremación, entre otros ahorros. “Es un sistema que ahorra 70 por ciento de energía, sin ningún tipo de emisión atmosférica, es totalmente amigable con el cuerpo porque es un método totalmente natural”, explica el ejecutivo de Gayosso, la empresa en su tipo número uno del país y la octava a escala mundial.
“La tecnología se asemeja a lo que está en la Naturaleza y es lo que estamos logrando hacer”, señala al recordar que la acuamación surgió en Europa hace unos diez años, pero hoy día se usa en Canadá, España y diversas ciudades de Estados Unidos.
“Somos los primeros en México y en América Latina en impulsar esto”, apunta Sosa, quien recuerda que en la antigüedad, el cuerpo era amortajado o envuelto en ciertas telas y lo depositaban bajo la tierra para que ésta hiciera su proceso natural.
Pero a través del agua, a través de la temperatura y de elementos alcalinos, el cuerpo se empieza a descomponer, las proteínas, los lípidos y finalmente en un lapso de 10 a 15 años el cuerpo vuelve a la madre tierra. Eso es lo que ocurre, es un proceso sumamente natural
Sosa indicó que una vez obtenidos los permisos, ya realizan pruebas en Tijuana, Monterrey y próximamente en la Ciudad de México, donde se prevé el estreno de esta novedosa tecnología “este mismo año”.
El ejecutivo insiste en que han sondeado de manera parcial la eventual aceptación de la gente de este proceso, y lo que han encontrado los anima, en particular porque la acuamación “sigue las normas de las ciudades verdes, del uso de led, porque elimina los agentes patógenos. La gente que adopta estos nuevos sistemas busca mucho esto”.
Incluso, dijo, un sacerdote católico preguntó sobre el proceso de acuamación y aún si había cenizas. “La iglesia (católica) no ha dicho nada en contra”, señala Sosa.
En términos ambientales, dijo que la estrategia obedece totalmente a la búsqueda de mejoras ambientales. “Tratamos de evolucionar, no es porque nos haya llegado una norma señalando problemas para cremar o falta de cementerios, sino que buscamos nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente y en especial con el familiar que despide a un ser querido, que sabemos no es fácil”, dice.
Expone que buscan que los proyectos que “arrancamos sean sustentables. Estamos instalando iluminación con celdas solares para que sean sustentables. Estamos totalmente movidos por el tema ecológico”, que atraviesa hoy día las preocupaciones humanas.
Sosa argumenta que la firma tiene como norte “dar opciones a las familias mexicanas para que de acuerdo a sus creencias y de acuerdo a sus deseos puedan despedir a su ser querido. Hay quienes insisten en el cementerio” porque quieren visitar los camposantos, compartir espacios con sus seres queridos que ya partieron y hasta jugar futbol. El propósito, resume, “es brindarle alternativas”.
Describe en ese sentido el ritual creado en Gayosso mediante “una experiencia tanatológica para el cliente que se llama la sala del último adiós, donde se congregan las personas más cercanas y se tiene un momento muy íntimo”.
En la sala del último adiós, narra Sosa, “está el ataúd, tenemos de fondo el agua que se escucha, algunas palabras que se comparten, y donde la habitación se empieza a oscurecer un poco y se ilumina el conducto donde está el ataúd y se le pide al ser querido que se despide y que lo lleve al más allá, lo que sea que eso signifique para ellos”.
Se trata de “un momento muy impactante para las personas y de esa forma se despiden de él. La sala del adiós aplica para la cremación y la acuamación”.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
@RobertoCienfue1