¿Se pudrió NTX?

Más de 365 días han pasado de la huelga que inició el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex) y parece que, salvo a los trabajadores que persisten y resisten incluso la muerte, a nadie le importa. Si, resulta inexplicable, al menos en una lógica sana, que el conflicto

laboral en la Agencia de Noticias del Estado Mexicano se mantenga aun y cuando ya huele a putrefacción.

Es infinitamente menos lógico que los repetidos llamados del presidente Andrés Manuel López Obrador se hayan desestimado o desoído para poner fin al estallamiento de una huelga iniciada como un recurso extremo y último de cientos de trabajadores sindicalizados que vieron vulnerados, desconocidos, ignorados y, más aún, pisoteados, sus derechos laborales y aun su contrato colectivo de trabajo. ¿Cómo entender entonces que esto ocurra durante el gobierno de un presidente que ha dicho más de una vez que nunca, si, nunca, actuará en contra de los trabajadores? Pero además dijo durante su campaña por la presidencia de México que ningún trabajador sindicalizado o de base sería afectado durante su gestión. Más todavía: ¿cómo entender en una lógica sana que nuestro presidente siga sosteniendo que nada se hará en México al margen de la ley cuando en Notimex se han violado tantas normas, regulaciones y derechos?

Y aún hay más, como decía el clásico del entretenimiento en la televisión mexicana Raúl Velasco. ¿Cómo entender que los llamados del presidente López Obrador para solventar, resolver y/o poner fin al conflicto de Notimex, se hayan desoído? ¿Qué funcionario del gobierno de la 4T se atreve a pasar por alto una indicación del presidente? No suena y mucho menos parece lógico. ¿Qué se oculta tras este desdén a la pública instrucción de nuestro presidente? Hay que ser muy cabeza dura o tener otros datos para incurrir en semejante desdén –para decir lo menos- al mandato o la instrucción nada menos que del presidente López Obrador, a quien no se le va una como decimos coloquialmente.

Durante más de un año, cientos de trabajadores de Notimex –si, trabajadores, no funcionarios- han padecido, además del ultraje con sus despidos, penurias que van desde la incapacidad económica para llevar comida a sus familias, hasta el acoso, maltrato e irrupción de quienes fungen a la fecha como autoridades de la Agencia. Algunos trabajadores de la Agencia han enfermado y hasta muerto por la pandemia del coronavirus. Algunas familias han quedado en el desamparo total tras el incumplimiento de compromisos de funcionarios de la Agencia sobre indemnizaciones. Esos funcionarios, ellos sí, siguen cobrando religiosamente sus salarios y sus prestaciones, muy por encima por supuesto de las percepciones económicas de cientos de trabajadores, que dejaron de tenerlas. Mas a nadie, salvo a ellos y sus familias que lo soportan, importa este suplicio de más de un año. Hay decenas de demandas laborales en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, paradas o paralizadas. La titular del Trabajo, Luisa María Alcalde, que al principio del conflicto dio algunas muestras de sensibilidad propias de su encargo, parece ahora sosegada y/o aquietada como también solemos decir.

¿Qué hay detrás de todo esto y más que ha ocurrido en Notimex? La agonía resulta mucho peor a veces que la muerte. ¿Qué sigue a la putrefacción del conflicto en Notimex? ¿Esa es la apuesta real y verdadera?

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@RoCienfuegos1