¿Vamos bien, requetebién?

Uno quisiera creerlo y más todavía, ver que la realidad -ese cedazo implacable- confirma que el país va bien y aun requetebién

como se insiste en propalar desde un sitial de poder más que interesado en machacar una narrativa consustancial al ejercicio gubernamental, así ésta resulte desmentida por los hechos fríos, objetivos pues.

Cito un análisis sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto de México, que arroja hallazgos casi espeluznantes, y que al menos la mayoría de los mexicanos -me atrevo a decir- quisiéramos falsos, en verdad, porque indican una realidad económica terrible que nos angustia más allá de quién o quiénes ejerzan el poder en esta etapa nacional. Claro que, al margen de simpatías o fobias políticas, muchos mexicanos quisiéramos simple y llanamente que al país le fuera bien y que digo bien, sino excelente. Ese es el sueño, la meta, objetivo de muchos que no vemos, sin embargo, una economía mejor para hoy y el futuro.

Vea usted.

El PIB actual se encuentra al 98.9% del PIB observado en el cuarto trimestre del 2019. Sin embargo, la economía mexicana ya mostraba debilidad antes de la pandemia. Después de alcanzar un pico en el tercer trimestre de 2018, la actividad económica inició una trayectoria descendente, con tasas trimestrales menores al 0.2% o negativas entre finales de 2018 e inicios de 2020.

Así y con base en el dato observado al segundo trimestre del 2022, la economía mexicana tiene un nivel similar al del cuarto trimestre de 2017.

 Para alcanzar una recuperación de los ingresos promedio de los habitantes de México se requiere un crecimiento económico que compense el crecimiento demográfico y las afectaciones por grupos de personas. Actualmente, nuestro PIB per cápita está en niveles de 2014, es decir, hay un retroceso de ocho años, que lastima y flagela a millones de mexicanos.

La economía mexicana crece 0.9% en el segundo trimestre del año

La evolución de la actividad económica trimestral del Producto Interno Bruto (PIB) en México ha presentado, es cierto, trimestres de crecimiento y de estancamiento desde la contracción del peor momento de la pandemia en el segundo trimestre de 2020.

Luego de cuatro trimestres consecutivos de recuperación, el PIB de México registró su primera disminución en el tercer trimestre del 2021, al caer (-)0.5%. Posteriormente, en el cuarto trimestre registró un ligero avance

(0.3%). Y en el primer trimestre del 2022 se observó un crecimiento de 1.1%.

Ahora en el segundo trimestre de 2022 se observa un avance de 0.9%. El cambio fue ligeramente menor que la estimación oportuna del INEGI de 1% publicada en julio de este año.

El PIB actual se encuentra al 98.9% del PIB observado en el cuarto trimestre del 2019, pero la economía mexicana ya evidenciaba debilidad antes de la pandemia. 

Después de alcanzar un pico en el tercer trimestre de 2018, la actividad económica inició una trayectoria descendente, con tasas trimestrales menores al 0.2% o negativas entre finales de 2018 e inicios de 2020.

De acuerdo con el dato observado al segundo trimestre del 2022, la economía mexicana tiene un nivel similar al del cuarto trimestre de 2017.

En consecuencia, está claro que para alcanzar una recuperación de los ingresos promedio de los habitantes de México se requiere un crecimiento económico que compense el crecimiento demográfico y las afectaciones por grupos de

personas. Actualmente, nuestro PIB per cápita está en niveles de 2014, insiste este informe.

Al desagregar por actividad económica, se observa que las tres actividades económicas evidenciaron avances trimestrales y anuales. No obstante, las actividades terciarias aún se encuentran rezagadas respecto a su nivel prepandemia. En estas últimas se concentra el 66.3% de la economía de nuestro país.

Al interior de la economía del país hay sectores que ya lograron recuperar su nivel observado en el primer trimestre del 2020, entre ellas el comercio al por mayor y al por menor, las actividades agropecuarias y las manufacturas, pero otros aún muestran rezagos profundos: minería (-2.0%), servicios financieros (-5.9%) y construcción (-7.7%), por ejemplo.

Así que no sólo hubo diferencias en la magnitud del impacto inicial de la pandemia, sino que la recuperación también ha resultado dispar. Sectores como comercio al por mayor, transportes y almacenamiento y el de industrias manufactureras ya recuperaron su nivel prepandemia, pero han tenido distintos grados de éxito

en la recuperación: 12.7%, 7.4% y 5.8%, respectivamente, en comparación con el primer trimestre del 2020.

De los seis sectores que concentran la mayor parte de la economía mexicana (62.8% del PIB), solo la construcción (6.24% del PIB) se encuentra por debajo de sus niveles prepandemia en (-) 7.7%.

¿La pregunta es si estos datos dan para el optimismo, y más aún para sostener que vamos bien y/o requetebién? La respuesta, objetiva, es no, así y la narrativa vigente e interesada diga lo contrario.

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1