Crimen, Amenazas y escenarios

Un reportero bajo amenaza de muerte, dos hechos criminales casi simultáneos y el robo entre 700 mil y un millón de

pesos a una empresa de valores en menos de 24 horas pintan un escenario de alerta en la Ciudad de México, sobre todo porque ocurren en la zona centro de la capital del país, y en el mayor medio de transporte capitalino, que suma a sus insuficiencias ya prácticamente cotidianas, el convertirse ahora en un escenario del crimen.

Podrá decirse que se trata de incidentes aislados y aún menores en la mayor ciudad del país, una macro urbe de unos nueve millones de personas sin incluir otra cifra ligeramente mayor en la denominada zona metropolitana de la gigantesca ciudad de México.

Pero lo cierto es que estos cuatro incidentes, entre ellos la amenaza mortal que hoy pende sobre el C4, los tiroteos, uno en la estación Bellas del Metro, y el otro en las calles de San Pablo y Correo Mayor, cerca de Palacio Nacional, en el corazón de la capital, en cosa de minutos, más el despojo del efectivo a una empresa de seguridad, configuran hechos preocupantes en sí para millones de capitalinos.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana, que comanda Omar García Harfuch, seguramente ya habrá encendido sus alarmas, y uno esperaría como habitantes de la Ciudad de México, no sólo las detenciones de los presuntos responsables, sino la adopción de acciones que contengan este tipo de embestidas criminales, que con frecuencia se toman como hechos intrascendentes y cosas del hampa común, pero abren la puerta en realidad para el empeoramiento de la ya de suyo frágil situación de seguridad pública en la capital y en todo el país. 

Es cierto, fueron detenidas dos personas vinculadas al tiroteo en el corazón de la capital, que se saldó con la vida de una persona. Sobre el incidente que costó otra vida en la estación Bellas Artes del Metro, una zona de intensa movilidad urbana, aun sólo hay pistas sobre los responsables, que huyeron a bordo de motocicletas.

Este ataque armado en el metro Bellas Artes también debería llamar la atención de las autoridades de Seguridad Ciudadana y aún de las responsables de la operación de este sistema de transporte, el mayor, y el más crítico de la Ciudad de México al desplazar a un promedio diario de cinco millones de personas. A las insuficiencias prácticamente cotidianas en su operación, que son excesivas, el Metro no debería convertirse además en un escenario criminal. Sería demasiado en un país que acumula en este sexenio unos 160 mil homicidios.

Tampoco han rendido frutos hasta el momento de redactar estas líneas las pesquisas en torno al robo armado a una empresa de seguridad en la alcaldía Cuauhtémoc. Se investiga por qué el personal de custodia de la empresa afectada estaba desarmado al momento del atraco.

Y a esto se añade la amenaza de muerte que recibió el reportero policial, Carlos Jiménez, ampliamente conocido como el C4. Aun así, Jiménez dijo que seguirá exhibiendo los rostros y los nombres de los delincuentes, y de aquellos que le hacen un mal a la sociedad, a aquellos que se sienten impunes, que se creen intocables. 
“Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo: somos más los buenos”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, confirmó que el periodista solicitó medidas de protección al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación, y que las mismas le fueron brindadas.

Según el mandatario, “hoy se acordó proteger a un periodista que fue amenazado, Carlos Jiménez, y ya se le dio la protección. Pidió un carro blindado y protección, y ya se le autorizó”, dijo.

La Secretaría de Gobernación dio a conocer que desde el 2019, Jiménez cuenta con protección federal, la cual fue reforzada ante las nuevas amenazas.

Es deseable y se espera que esta vez en el caso de Jiménez hagan su trabajo y se impida el uso por una indeseable segunda vez del argumento que dio López Obrador a propósito del reciente asesinato artero del ex líder de las autodefensas, Hipólito Mora, cuando admitió que no fue posible evitarlo, aun cuando contaba con medidas de protección federal.

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1