Entre el jolgorio y la extradición

En pleno jolgorio nacional por el 213 aniversario de la independencia ocurrieron hechos en el país que se camuflaron

entre los bastidores y cuando una inmensa mayoría de mexicanos prefirió dar rienda suelta a los festejos, pero cuyos impactos o probables consecuencias podrían dejar hacerse sentir a partir de este mismo lunes. Aunque todavía el gobierno mexicano no ha considerado oportuno informar de manera oficial, el viernes 15 fue extraditado Ovidio Guzmán López, alias “El Chapito” a Estados Unidos, donde este mismo lunes comparecerá ante un juez federal en Chicago para conocer los cargos que deberá enfrentar, todos ellos graves y vinculados con el narcotráfico.

Antes que el gobierno mexicano, el fiscal general estadounidense, Merrick B. Garland, emitió un comunicado para dar cuenta de la extradición de “El Chapito” o “Ratón”.

Los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, entre ellos claro el “Ratón”, están señalados en Estados Unidos por presuntamente liderar la producción y el trasiego de fentanilo desde México hacia el norte, esto aun cuando el gobierno mexicano y sus máximas autoridades han negado la producción en el país de fentanilo, el potente opiáceo que cobra cada año las vidas de más de cien mil estadounidenses y que un informe recién emitido el viernes por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos advirtió como una amenaza continua que representan las drogas producidas en México, como el fentanilo, para los estadounidenses.

Por ello, existe el temor fundado de que estas sustancias importadas a EU matarán en 2024 a más estadounidenses que cualquier otra amenaza identificada por la agencia.

“Hoy, como resultado de la cooperación policial entre Estados Unidos y México, Ovidio Guzmán López, líder del Cartel de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos”, informó Garland en el comunicado.

Añadió que se trata de una acción, la más reciente, vinculada al esfuerzo del Departamento de Justicia para atacar todos los aspectos de las operaciones del cartel. 

“Agradezco a nuestros homólogos del gobierno mexicano por esta extradición. El Departamento de Justicia seguirá responsabilizando a quienes alimentan la epidemia de opioides que ha devastado demasiadas comunidades en todo el país”, expuso.

De igual forma, la noche del viernes, la asesora de la Casa Blanca Liz Sherwood-Randall -quien ha visitado hasta cuatro veces este año al presidente Andrés Manuel López Obrador, la más reciente en julio pasado- emitió un comunicado para agradecer al Ejecutivo mexicano la cooperación en la extradición y aclarar que el “ratón” sería juzgado también por lavado de dinero y “otros crímenes violentos”.

Añadió que la extradición de López refleja la importancia de la cooperación actual entre los gobiernos estadounidense y mexicano en la lucha contra los narcóticos y otros desafíos vitales, y “agradecemos a nuestros homólogos mexicanos por su colaboración para trabajar para proteger a nuestros pueblos de los criminales violentos”, concluyó el documento difundido en el sitio web oficial del Gobierno estadounidense.

La acusación contra “El Chapito” data de julio del 2017 y se mantuvo clasificada hasta enero de 2019. Ese año, el Ejército detuvo por primera vez al hijo de El Chapo, en lo que se conoció como el Culiacanazo.

En esa circunstancia, el Cartel de Sinaloa tomó las calles de Culiacán y amagó a la población para que el “ratón” fuera liberado. López Obrador ordenó su liberación.

Pero “El chapito” fue detenido en enero de este año cuando se realizó un operativo en la casa del narcotraficante, con un saldo de oficial de 29 personas muertas, 10 militares entre ellas.

Tras su traslado a Ciudad de México, la defensa del narcotraficante intentó varias veces paralizar su extradición a Estados Unidos.

Los cuatro hijos del Chapo están imputados por cargos de tráfico de drogas en Estados Unidos, según el Departamento de Estado.

En otro hecho destacado, y tras la descortesía del jefe del Ejecutivo federal de hacer a un lado a los otros dos poderes del Estado mexicano, es decir, el legislativo y el judicial, de los tradicionales festejos relacionados con la efeméride patria, se conoció que en el desfile del sábado 16 de septiembre, fueron incorporados contingentes militares de 17 países amigos, entre los que llamaron la atención los de Rusia, Cuba, y Nicaragua.

Es de esperar que este lunes, el propio presidente López Obrador informe con el detalle debido sobre la extradición del “Chapito”, un elemento inesperado o factor X si se quiere, que podría tener ramificaciones electorales y aún violentas en el país, y por supuesto sobre la participación de contingentes militares de países con gobiernos al menos cuestionados en el ámbito internacional.  Después de todo, ya terminó la fiesta y es tiempo de retomar los asuntos serios, todos aquellos que impactan o tienen el potencial de afectar a la inmensa mayoría de los mexicanos. ¿O no?

Roberto Cienfuegos

@RoCienfuegos1