Ni los llamados a la transparencia, ni la creación de comisiones anticorrupción, llegan a los oídos de los funcionarios de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que preside Diódoro Siller, convertida en “centro de negocios” al mejor postor, donde se arreglan desde bloqueos de contratos colectivos, tráficos de influencias y desacato de resoluciones de tribunales colegiados, que ahogan a la institución, donde los manejos turbios y las corruptelas son cotidianas, ¡puro negocio!
Y con nombres de quienes operan toda una red de complicidades, los defensores legales de organizaciones sindicales, empresariales y particulares, señalan a Mauricio Javier Garduño, titular de Contratos colectivos; Andrea Sánchez Guzmán, secretaria Auxiliar de Emplazamientos a Huelga; Eduardo Rocca Santoscoy, titular de Emplazamientos a Huelga, encargados de negociar los “asuntos especiales”, recomendados desde arriba, ¡…línea del Presidente!
Pero en esta ruta también están funcionarios de mayor nivel, según denuncian los abogados de los sindicatos y organizaciones afectadas, porque hay indicios de que estas operaciones son consultadas en la Oficialía Mayor de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a cargo de Manuel Cadena, y que encabeza Alfonso Navarrete Prida, por lo que las negociaciones se hacen “… por instrucciones del Presidente (Siller)”, ¡faltaba más!
Pero esto no es por obra de la casualidad, porque Mauricio Javier Garduño está emparentado con los sindicalistas Plascencia Albiter, altamente beneficiados por sus contratos, porque son “amigos”, en tanto que en los demás casos, lo mismo en la junta 10 que la 11, los bloqueos está a la orden, por lo que denuncian que hay justicia selectiva, a tal grado que el desacato de las resoluciones favorables de los tribunales colegiados es una práctica común, ¡órdenes de arriba!
Así se cocinan los asuntos en el edificio de Calzada Azcapotzalco-La Villa 311, donde toda esta red de corruptelas es práctica común, pero los “asuntos especiales” son consultados al más alto nivel, por lo que los negocios siguen pese a los discursos de transparencia de la Administración Federal y de los llamados a combatir la corrupción, a ese lugar no llegan y todo es fiesta y felicidad, además de que el presidente de la JFCA, se ausenta frecuentemente en sus viajes a Mérida, Yucatán, confirman sindicalistas y documentos exhibidos ante las autoridades jurídicas, ¡vaya justicia!
La red de complicidades alcanzan a más funcionarios, ahí en esa institución impartidora de justicia, donde la prepotencia y los bloqueos son la imagen de la misma, sin que hasta el momento se ponga un alto a todos los manejos turbios, que sin duda sería de interés para el Secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, para destapar la “cloaca”, ¡qué alguien los escuche?...Hasta la próxima.